Primer Plano

Economía en la uci: tras el oxígeno hay que rehabilitarse a escala europea

Los expertos citados por la RAGC instan a aprovechar la crisis y salir reforzados de ella

  • 23 may 2020 / 00:00
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La economía mundial, europea, española y gallega cayó por culpa de la pandemia causada por el covid-19 en un coma inducido. Tocó ponerle oxígeno, y llegado el caso, habrá que plantear un proceso de rehabilitación, un new deal a la europea, que permite que se recupera sin secuelas. Y sin dejar atrás a nadie en el camino. El Estado será protagonista y llevará la batuta, incluso participando pero solo hasta que los maltrechos engranajes vuelvan a girar. Entonces dará un paso atrás, porque no caben soluciones extremas, a la venezolana, de la crisis.

En ello coincidieron ayer, en mayor o menor medida, los cuatro expertos congregados por la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC) que analizó en un seminario on line con más de 250 asistentes las perspectivas y oportunidades económicas de Galicia tras el coronavirus. Con la coordinación del presidente de la RAGC, Juan Lema, abrió la sesión Juan Ramón Quintás, catedrático de Análisis Económica, junto Beatriz González López-Valcárcel, catedrática de Economía en la Universidad de Las Palmas, asesora del Ministerio de Sanidad y académica; el profesor de la USC Miguel Vázquez Taín, quien también preside el Consello Galego de Economistas; y el líder del Grupo Colmeiro y además catedrático compostelano Luis Caramés Viéitez.

Quintás pasó de menciona la decepcionante reacción inicial de la UE ante el virus al paso adelante posterior, con el apoyo del Banco Central Europeo o la relajación de las directrices presupuestarias sobre las ayudas estatales y la reciente propuesta del eje franco-alemán de un fondo para transferir medio billón de euros a los Estados. Todo ello trajo esperanza. Este profesor de economistas es consciente de que habrá déficit, pero no espera corralitos, y cree que podremos modernizar el sistema socioeconómico “con mejores posibilidades de gestión eficaz y rigurosa”.

Tocará delegar más poderes y transferir más recursos de los países, pero a cambio prevé una salida de la crisis “con una UE más fuerte, unida y mejor preparada para afrontar los grandes retos”. Según Quintás, el Estado debe cumplir su función y “evitar la desesperación de millones de personas”, de los trabajadores, evitando además que “las que empresas se hundan”, tomando si cabe participaciones. El sector público “debe expandirse en los años próximos, pero con un plan de desescalada posterior”, argumentó, y “hacerlo con honestidad y a nivel UE. Hace falta juego limpio y a escala europea”.

El PIB español caerá, eso sí, un 11 % este año y no volverá a niveles pre-pandemia hasta finales de 2023 o el primer trimestre de 2024.

Beatriz González, por su parte, avisó de un aumento de las desigualdades socioeconómicas y el aumento en la brecha educativa de xeito significativo. Aunque audas como los ERTE amortiguaron el impacto, son insuficientes para un problema de la magnitud actual y toca “diseñar políticas públicas más ambiciosas”. Ahora que la salud es prioritaria, aguarda más gasto, un mayor papel en la atención primaria y el auge de la telemedicina, que permitirá mejorar nuestro Sistema Nacional de Salud. Sobre la recuperación, ve en el menor peso del turismo en Galicia –ella trabaja en Las Palmas de Gran Canaria– una ventaja, y también por el superior peso del sector primario, que no redujo su actividad durante el confinamiento.

Desde el punto de vista empresarial, Vázquez Taín desgranó el impacto laboral –perdieron el empleo el 4,5 % de trabajadores gallegos y el 31,6 % se vieron afectados por un ERTE–y en los autónomos, con la cuarta parte pidiendo las ayudas por el ceso de su actividad. Ahora aguarda una recuperación asimétrica donde jugará un rol importante la internacionalización de la economía. Los impactos se concentran principalmente en cinco ramas de forma significativa: industria manufacturera (22,9%), hostelería (20,1%), comercio (18,1%), construcción (7,2%) y actividades artísticas recreativas y de entretenimiento (4%). A esta realidad del tejido productivo y al grado de afectación tocará atender al orientar las líneas de actuación para minimizar el golpe de la crisis e impulsar la reactivación económica. Habrá que prestar especial atención al menor músculo que presentan autónomos y micropymes, mayoría en los sectores fuertemente impactados.

Por su parte, el profesor Caramés subrayó la relevancia extrema de las interdependencias productivas o cadenas de valor. Galicia, con compañías muy relevantes en textil y automoción, las construyó mirando más a Europa que a Asia. Cree que habrá cambios en su oferta o en la importación de productos fabricados, pidiendo que se atienda a un competidor como Portugal. También destacó la necesidad de contar con personal formado, que puede ser un elemento decisivo en este momento para las empresas que quieren mudarse.

Caramés destacó el “incremento exponencial del Camino de Santiago, que no tiene parangón en todo el mundo”, por lo que instó a que instó a convertirlo en la “bandera fundamental del turismo de Galicia”, algo a reflexionar de cara al Xacobeo 2021... y siguientes años.

Como conclusión general, desde la RAGC se quedaron en que los relatores indicaron que esta crisis debe ser aprovecha como una oportunidad para acometer reformas que impulsen nustro tejido productivo, mejorando la competitividade mediante el refuerzo de las estructuras empresariales, el aumento de peso relativo en las cadenas de valor y la concentración de actividades y agregación de capacidades. Y focalizando esfuerzos en aquellas ramas productivas que ejercen un mayor efecto tractor sobre el resto de la economía gallega.

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