Galicia mantiene la pauta del Gobierno con el toque de queda de 23 a 6 horas

Sin desviarse de la pauta marcada desde Madrid. La Xunta decidió ayer, finalmente, mantener las mismas restricciones existentes hasta ahora en Galicia por la covid-19, sin ampliarlas en ninguna de las ciudades, y también la limitación de movilidad nocturna propuesta por el Gobierno central, con el toque de queda entre las 23 y las 6 horas.

Así lo anunció el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, tras la reunión del comité clínico que asesora a la Xunta en la gestión de la pandemia de la covid-19, que decidió que Galicia siga en nivel 2 con reuniones limitadas a un máximo de cinco personas, y las restricciones a mayores ya establecidas para ciudades como Santiago y Ourense o villas como O Carballiño.

No será hasta el viernes, tras una nueva reunión del comité clínico, cuando la Xunta evaluará los resultados de las medidas actuales y “se adoptarían restricciones” nuevas de ser necesarias, ya que “preocupa” la evolución en ciudades como Ferrol, Lugo, o las comarcas de Pontevedra y Vigo, por el incremento de la incidencia acumulada.

La Xunta está hablando con los alcaldes de estos municipios para trasladarles la situación, pero sin adoptar medidas a mayores, según informó el conselleiro.

También hay preocupación por las ciudades y áreas que ya cuentan con mayores restricciones, como Santiago de Compostela, Ourense, y O Carballiño, además de Verín, una localidad donde las medidas adoptadas “no están respondiendo como habíamos pensando”, advirtió la directora general de Salud Pública, Carmen Durán.

Por ello, Sanidade plantea una “estrategia de monitorización continua de todas estas comarcas” y “si se constata un empeoramiento esta semana”, puntualizó Durán Parrondo, “la comisión clínica tendrá que actuar en consecuencia y poner en marcha medidas necesarias”.

La decisión de mantener el nivel de restricciones se adopta después de que Galicia haya registrado 525 contagios de covid-19 en veinticuatro horas, hasta las seis de la tarde del lunes, cuando los casos activos pasaron de 6.766 a 7.074, en total 308 más, con subidas generalizadas en todas las áreas sanitarias.

García Comesaña explicó que el comité clínico, que inició el lunes su reunión de manera urgente tras el estado de alarma decretado por el Gobierno que incluye las restricciones a la movilidad nocturna, decidió mantener el toque de queda propuesto, entre las 23 y las 6 horas, “sin variación” porque considera que es “lo más adecuado”.

Aunque puntualizó que “sin descartar” que en algún momento se pueda “adaptar” a la naturaleza de la población o las circunstancias especiales de un área concreta, como planteó el lunes en su comparecencia el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Pendientes del viernes Sobre la posibilidad de que el viernes sea necesario adoptar más restricciones para toda Galicia, o incluso un confinamiento perimetral, el conselleiro tampoco lo descartó, pero destacó que los datos son “razonablemente buenos” en la comunidad gallega y no se plantean, de momento, esta medida.

Galicia tiene unos datos de incidencia acumulada que son la mitad de los de la media nacional, con una tasa de 225 casos a 14 días frente a los 410 de toda España, por lo que el comité clínico, de momento no está planteando “una medida global” de cierre para todo el territorio.

En todo caso, aseguró que cualquier medida que se adopte se moverá siempre dentro de “la proporcionalidad y la continuidad” e insistió en la necesidad de cumplir las normas porque “está en nuestras manos que la Navidad no sea todo lo mala que algunos auguran”.

Por su lado, la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, justificó la ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el debate de la prórroga del estado de alarma que tendrá lugar el jueves a las 9.00 horas en el Congreso, argumentando que ese día tiene que participar en una videoconferencia con líderes europeos para hablar de turismo, que está fijada para las 18.30 horas de la tarde.

Así lo aseguró en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, al ser preguntada por el hecho de que vaya a ser el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y no Sánchez, quien defienda en el Congreso la prórroga de seis meses del estado de alarma que solicitó el Gobierno. También confirmó que las comunidades podrán levantar el toque de queda a partir del 9 de noviembre.

Sobre las críticas planteadas ya por la oposición por la ausencia de Sánchez, y también por el hecho de que el Gobierno ya no se vaya a ver obligado a comparecer para solicitar apoyo cada quince días, Montero defendió que Pedro Sánchez seguirá sometiéndose cada semana a las sesiones de control parlamentario, y también acudirá a la Cámara cuando se le requiera.

De todas formas, defendió que dado que el estado de alarma que se aprobó ahora pretende dar cobertura legal a las comunidades autónomas para que puedan aplicar restricciones de movilidad que afecten a derechos fundamentales, deberán ser los presidentes autonómicos los que vayan rindiendo cuentas en sus respectivos parlamentos de las medidas que vayan adoptando.

apuesta por los seis meses Asimismo, María Jesús Montero volvió a defender la duración de los seis meses que aprobó este martes el Consejo de Ministros, como el periodo que recomiendan los expertos para superar la pandemia, a pesar de las peticiones del Partido Popular y de otros partidos de la oposición que han reclamado acortar la vigencia de la prórroga.

A pesar de las peticiones de los conservadores y de otras fuerzas para que se acorte el periodo de vigencia del estado de alarma, el Gobierno se mantiene firme en su propuesta inicial de extenderlo hasta mayo. Por ejemplo, el partido de Pablo Casado pedía que se limitara a dos meses, pero el Ejecutivo central rechazó sus “condiciones”.

Por otro lado, la portavoz confirmó que en el nuevo decreto de prórroga, la limitación a la movilidad nocturna deja de ser obligatoria en todo el territorio y que las comunidades autónomas podrán decidir a partir del 9 de noviembre (cuando finalizan los primeros 15 días de vigencia) si mantienen o desactivan el conocido como toque de queda, tal y como explicaron fuentes gubernamentales el domingo.

“El hecho diferencial es que se suprime la vigencia actual para todo el país de la denominada limitación o restricción de movilidad entre las 23.00 y las 6.00 horas”, explicó Montero, en referencia a esta medida, que el decreto aprobado el domingo en un Consejo de Ministros extraordinarios hacía obligatoria para todo el país menos para Canarias.

Por último, Montero aseguró que la pandemia enseñó que hay que “revisar el sistema de cuidados a mayores” reforzando algunas cuestiones que se mostraron “vulnerables” como el modelo de residencias.

“Durante la pandemia hemos aprendido que tenemos que revisar nuestro sistema de cuidados especialmente aquellos que tienen que ver con la protección a las personas mayores. Este presupuesto es una oportunidad, una esperanza para modificar ese sistema”, zanjó.