Los fuegos este año van por barrios

Salvo el Obradoiro, que ya estaba vetado desde el año pasado por los daños que provocaba la pólvora en los monumentos históricos, el resto de Santiago podrá disfrutar de unos fuegos nocturnos la noche del próximo veinticuatro de julio, víspera del día grande de Galicia.

Aunque el programa pormenorizado de actividades no se presentará hasta el próximo viernes, el regidor compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, confirmó ayer que habrá fuegos para levantar el ánimo de los vecinos, y que como la actual situación de crisis no está para que los ciudadanos se aglomeren en ningún punto de la ciudad, en lugar de ir ellos a verlos, irán los pirotécnicos a visitarlos.

De hecho, según explicó, uno de los principales objetivos con los que se han programado es que los compostelanos puedan disfrutar de los mismos en diferentes parques y espacios públicos distribuidos por todo el entorno de la ciudad, e incluso, a poder ser, que sean visibles desde los propios domicilios, para reducir así el potencial riesgo de que se produzcan concentraciones de personas en algún punto.

En días pasados los hosteleros habían reclamado que el espectáculo, una vez que se había desechado la opción del Obradoiro, se repartiese por toda la ciudad, de forma que los vecinos pudieran disfrutar de los mismos en pequeños grupos, y también los negocios se vieran beneficiados de este reparto proporcional por la animación de calle que conllevan.

desde casa. Así se ha decidido en Raxoi, tal y como informó ayer el alcalde, y el reparto detallado de los puntos elegidos, que explicó que abarcarán todo el perímetro de la ciudad para llegar al mayor número de personas posibles, se darán a conocer este viernes, cuando está prevista la presentación de toda la programación festiva para la edición de este año.

En lo que se refiere al resto de las actividades, y también debido a las limitaciones de espacio que existen en los escenarios habituales del casco histórico, como son las plazas do Obradoiro y A Quintana, es previsible que este año tampoco sean sede de ningún espectáculo, sino que también se opte por actividades con una presencia de público más reducida y repartidas asimismo por diferentes puntos.

En este sentido, la pasada semana se celebró una reunión entre el Ayuntamiento y la Consellería de Cultura para tratar sobre la programación cultural y la promoción turística con vistas a conseguir la recuperación de ambos sectores, que están entre los más perjudicados por la crisis sanitaria.

Entre los acuerdos adoptados, además de la reapertura en las próximas semanas de las oficinas de turismo que ambas administraciones tienen en la ciudad, también figura la programación festiva del Apóstol, y para ello se apuntó la posibilidad de que la Cidade da Cultura desempeñe un papel fundamental en julio.

De esta forma, se señalaba, los amplios espacios de que dispone el complejo del Gaiás permitirían celebrar allí espectáculos de mayor magnitud y con una presencia más elevada de público, manteniendo al mismo tiempo las debidas distancias entre personas.

Hay que tener en cuenta, además, que las conexiones entre el complejo y el centro han mejorado de forma considerable, lo que facilitarían el desplazamiento de las personas hasta allí, tanto a pie, como en transporte público o privado. Un papel destacado, que también serviría para la promoción del complejo con vistas al próximo Xacobeo, en el que se espera que al igual que el recinto de Monte do Gozo desempeñe un papel fundamental.

Ensayo. Previamente ya está previsto hacer un ensayo de celebraciones descentralizadas a finales de este mes, entre los días 25 y 28, cuando tendrá lugar una fiesta dedicada al comercio que también se distribuirá por distintas zonas de la ciudad con animación de calle para incentivar las compras y ayudar a los negocios después de tantos meses con las puertas cerradas.

Hasta este momento lo único que estaba confirmado de las fiestas era la celebración oficial de la Ofrenda al Apóstol, aunque todavía no se conoce quién será el delegado regio. Al igual que sucedió el año pasado, el acto religioso tendrá que ser fuera de la Catedral, todavía inmersa en las obras de rehabilitación que en 2019, con el alcalde Sánchez Bugallo de oferente, tuvieron lugar en la iglesia conventual de San Martiño Pinario.

Pero tampoco estaba claro que pudiera tener lugar el desfile militar previo y la procesión que se celebra hasta el interior de la iglesia, ya que todo que a expensas de cómo evolucione la crisis sanitaria y de si pueden seguir adelante las fases de desescalamiento según todo lo previsto.

Sobre este aspecto, el regidor compostelano se mostró ayer optimista, dado que salvo incidentes muy concretos, se están cumpliendo las normas a rajatabla, y los sucesivos avances que se están produciendo, tanto en los negocios de hostelería como en el comercio la recuperación avanza sin contratiempos, incluso desde el punto de vista económico.