Los sindicatos gallegos estudian convocar movilizaciones

Santiago. El malestar ante la actitud de la Xunta respecto al inicio del curso llevó a los sindicatos de profesores a estudiar movilizaciones ante la situación en la que se encuentran los centros. Las organizaciones se reunirán la próxima semana para articular su respuesta y la CIG-Ensino cree que esta debe ser “contundente”, por lo que planteará la necesidad de convocatoria una huelga educativa.

Las propuesta todavía no está cerrada, pero los sindicatos ya advertían en julio de la imposibilidad de iniciar el curso con normalidad por las condiciones del protocolo de la Xunta, la falta de medios para reducir la ratio de alumnos por aula y la evolución de la situación sanitaria, sobre todo tras los brotes detectados en las últimas semanas.

Suso Bermello, secretario nacional de la CIG, advierte de que “todo parece indicar” que una incorporación masiva a las aulas podría provocar “un repunte aún mayor” y llevar al territorio a una situación “peor que la que hay ahora mismo y peor que en julio”, y acusa a los mandatarios autonómicos de “intentar esquivar sus responsabilidades”, usando de “parapeto” al Gobierno central con su demanda de un protocolo común para todo el Estado, cuando el sistema educativo gallego no podrá cumplir con las recomendaciones de distanciamiento de metro y medio entre pupitres de las directrices impulsadas por el Estado.

La comunidad educativa reclama un encuentro para abordar la situación, ante el inminente arranque del curso. El texto actual no agrada ni a sindicatos ni a las confederaciones de ANPA de centros públicos, que estas últimas jornadas reclamaban a su vez formar parte de los órganos y mesas de diálogo para reformular las medidas.

Otras organizaciones, como FeSP UGT, apelaron a su vez a la importancia de sentarse y “coordinar un poco” este arranque “caótico” del curso escolar. Paula Carreiro, su secretaria de enseñanza, insistió en la necesidad de impulsar “un grupo de trabajo” sobre todo para aclarar llas exenciones del uso de mascarilla, la organización entre los alumnos y estudiar el coste adicional para las familias.

Asimismo, ANPE lamenta “las idas y venidas” del Ministerio y la Consellería y avisa de que “no es suficiente con la exigencia de máscara”, sino que es necesario un protocolo común, acondicionar las instalaciones y adaptarlas a la amplitud necesaria para la distancia de seguridad, la limpieza, una inversión para reducir la ratio, un aumento “significativo” de medios y plantillas, y una total preparación ante un hipotético regreso a la teleformación. e.p.