Se busca repartidor: hasta 2.000 €

Parece imposible, pero no lo es. En tiempos de la crisis de desempleo provocada por la covid-19 hay una salida laboral rápida, especialmente para quien tiene la máxima urgencia de trabajar. Es posible garantizarse ingresos de hasta 2.000 euros enrolándose como repartidor en una de las múltiples plataformas de reparto que operan en Galicia, y que en las últimas dos semanas se desgañitan por encontrar personal de reparto, como constata el promotor de la plataforma ya extendida a toda la comunidad, DBarrio, Pablo Sánchez.

El déficit de profesionales lo constató ayer a esta redacción el creador de la plataforma on-line que no para de crecer en comercios adheridos, al explicar que el constante aumento de los comercios locales se adhirieren a su página web les lleva a estar demandando profesionales. “Se están dando de alta muchos negocios y necesitamos repartidores para dar servicios a nuestras propias ventas”, explica, al indicar que se han encontrado con que negocios y clientes tienen carencia de repartidores disponibles, precisamente por el aumento del negocio.

Con profesionales trabajando para todas las plataformas, desde DBarrio a Glovo, Just Eat o Uber Eats, “todo a la vez”, Sánchez relata que esta situación se debe a que “hay muchísima demanda de mensajería” y que “está muy difícil encontrar repartidores para cubrir todas las necesidades que existen”. En un mercado laboral marcado por el signo de salarios precarios, la salida como repartidor se presenta como una buena opción para Pablo Sánchez porque, en plataformas como la que dirige, los que están full time se garantizan ingresos de hasta 2.000 euros al mes. Recuerda que en su plataforma “los repartidores eligen cómo quieren trabajar, así como el horario y las tarifas que cobran”, mientras al resto les impone unos horarios que deben cumplir bajo la amenaza de echarlos. “Nosotros les dejamos elegir y que trabajen para varias plataformas al mismo tiempo”, asegura Sánchez.

Los requisitos básicos para acceder a este servicio es estar dado de alta como autónomo y contar con un seguro de responsabilidad civil del vehículo que utilice.

La demanda es tan elevada que en estos momentos los repartidores “se están yendo con el mejor postor, cambiando de plataforma”, explica César González, responsable de autoempleo de la entidad sin ánimo de lucro CIMO. “Inicialmente empezaron con el reparto de comida, pero ahora también se dedican a lo que les demandan todo tipo de pequeños comercios”, explican.

autoempleo César González explica que en las dos últimas semanas en CIMO también han constatado un aumento de solicitudes de altas como autónomos de reparto. Detalla que los demandantes proceden de distintos sectores laborales, como de la hostelería, cuyos profesionales deciden cambiar temporalmente de actividad, “buscando una alternativa”, ante la incertidumbre en que se encuentra el sector. A esto se suma el colectivo de inmigrantes recién llegados a Galicia. Ante la falta de oferta de empleo, han optado por el reparto. “Nosotros observamos que un grupo están intentando organizarse entre ellos para ofrecer el servicio porque ven que hay un filón de trabajo ofreciendo sus servicios a todos los restaurantes y comercios”, explica.

Edison Jesús, venezolano instalado en Ourense desde noviembre, no se lo pensó. Se compró una moto, se dio de alta como autónomo dentro de una de las grandes plataformas, aunque adelanta que planea aumentar su actividad dando servicio a otros operadores.

Superados los problemas de caída de actividad durante los primeros días de confinamiento por el temor de los clientes al contagio, Edison Jesús explica que en estos momentos dedica más de siete horas al reparto, con los que consigue unos ingresos que le garantizan cubrir todas sus necesidades. “El sueldo varía muchísimo”, afirma, al reconocer que ingresos de hasta 2.000 euros son posibles no solo en urbes como Vigo, aunque en estos momentos en Ourense carezcan del nivel de trabajo que tenían.