Aunque cobrase como en la privada, qué barato saldría como ministro

El cargo de Pablo Isla, uno de los directivos de mayor éxito de España, tiene fecha de caducidad. No es que en su empresa se hayan vuelto locos, el suyo es un relevo pactado, aunque no por eso llame menos la atención. De su trayectoria en Inditex, todo lo que hizo es digno de elogio, desde su llegada hasta su salida, pasando por esos quince años de una brillantísima gestión que supo esquivar las dos grandes crisis económicas del siglo, donde todos los imperios tropezaron. Por eso destaca más la elegancia y la humildad de su marcha. Los mejores hombres se conocen por su comportamiento final: chapeau. Si ahora lo fichase Sánchez, mejor nos iría a todos. r. r.