Protagonistas
Letizia, Leonor y Sofía

Simbólica imagen en el kilómetro cero del corazón de Europa

Familia Real Española

  • 26 jul 2021 / 01:00
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Fue el 25 de julio 1976 cuando apenas habían transcurrido ocho meses desde la muerte del dictador Francisco Franco y la designación de Juan Carlos I como Rey de España, cuando el monarca decidió venir a Santiago de Compostela a pronunciar su primera ofrenda como jefe del Estado. Era una ocasión que se esperaba con mucho interés en unos momentos convulsos en los que se daban los primeros pasos de la llamada Transición y nuestro país caminaba firme hacia un régimen acorde con los tiempos que se vivían en todo el mundo.

En ese momento histórico Juan Carlos quiso que toda la Familia Real, doña Sofía, y los entonces infantes Felipe (con ocho años no había sido designado príncipe de Asturias), Elena y Cristina, le acompañaran a nuestra ciudad consciente de la importancia que tenía el Camino de Santiago en la construcción de la Europa democrática. Un gesto que en aquellos momentos se pretendió silenciar pero que trascendió más allá de nuestras fronteras; un momento clave con una decisión simbólica que nunca fue lo suficientemente valorado y, entre los nostálgicos del régimen, se intentó que pasara sin pena ni gloria.

Nunca desde entonces hasta este 2021, 45 años después, la Familia Real española acudió al completo a esta milenaria Compostela. Lo hicieron muchos de sus miembros por separado pero es la segunda vez que se produce. Que Felipe VI haya elegido precisamente esta ocasión demuestra su apoyo inquebrantable de la Monarquía hacia el fenómeno jacobeo y el deseo que ese respaldo se propague en la figura de la futura Reina de España. Es además un llamamiento a la esperanza en medio de la pandemia y debería ser un aldabonazo en esta ciudad del Apóstol, punto final de millones de peregrinos a lo largo de su historia, que debería aprovechar este tirón para marcar el camino de la recuperación en Galicia.

La imagen de doña Letizia, de la princesa Leonor y de la infanta Sofía en la praza do Obradoiro, kilómetro cero del milagro sobre el que se construyó la Europa de las oportunidades, dará la vuelta al mundo y todos debemos sentirnos orgullosos. A.T.N.

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