Altares barrocos estradenses que consiguen recuperar su policromía
Cultura ha finalizado la restauración en los de las iglesias de San Xiao de Guimarei y San Vicente de Berres // También solucionaron el problema de las termitas
La Xunta de Galicia acaba de finalizar la restauración de los altares mayores de las iglesias de San Xiao de Guimarei y de San Vicente de Berres que permitió recuperar la policromía y solucionar los problemas de termitas.
Las actuaciones se enmarcan en el acuerdo de colaboración entre la Consellería de Cultura y Turismo y la Archidiócesis de Santiago de Compostela para garantizar la conservación de inmuebles de la diócesis. La inversión realizada en los templos estradenses asciende a los 110.000 euros.
Así, los altares barrocos de las iglesias de San Xiao de Guimarei y de San Vicente de Berres, dos de las joyas patrimoniales del municipio de A Estrada, vuelven a lucir a todo color después de la intervención realizada por la Xunta de Galicia.
Las actuaciones del Gobierno autonómico en los templos estradenses se centraron en la recuperación de la policromía de los altares y en solucionar los graves problemas de termitas que afectaban a la seguridad de su estructura.
En ambas iglesias se procedió a la eliminación de los barnices y del repintado con el objetivo de recuperar la gama cromática original poniendo en valor estos elementos protegidos, en ambos casos, por su importante valor cultural y patrimonial. Además, como la policromía recuperada estaba, en muchos casos, bastante deteriorada fue necesario llevar a cabo un arduo trabajo de reintegración cromática.
··· En el caso de la iglesia de San Xiao de Guimarei, una importante parte de los trabajos de restauración se centraron en garantizar la conservación de la estructura. Para ello fue necesario desmontar el retablo para acceder a la parte trasera, donde se descubrió que las zonas de apoyo estaban muy deterioradas por la combinación de hongos e insectos. En este caso se aplicó un tratamiento de desinfección y se sustituyeron los elementos que estaban dañados reintegrando los volúmenes perdidos y aplicando una capa de protección final.
·· En la iglesia de San Vicente de Berres, por su parte, también fue necesario garantizar la estabilidad del retablo atacada por insectos. En este caso se desmontó el cuerpo central para acceder al fondo del retablo y cambiar los elementos que estaban en mal estado. También fue necesario aplicar un tratamiento contra las termitas, así como aislar las zonas que estaban afectadas por las condiciones ambientales de humedad que presenta el templo, según indican desde Cultura.