Cacao vuelve a recibir el precinto del Concello y baja otra vez la persiana

Santiago. Cacao, el establecimiento de hostelería que abrió sus puertas a finales del pasado año en As Orfas, vuelve a ser precintado por el Concello y baja la persiana tras haber reabierto por todo lo alto hace apenas un mes.

Así lo anunció ayer la concejala de Urbanismo, Mercedes Rosón, en declaraciones en las que explicó que a las 12.30 horas del lunes “notificouse de xeito presencial á empresa que xestiona o restaurante Cacao a decisión por parte da concellaría de Urbanismo,de adoptar, como medida cautelar, o peche inmediato do local”, justificando este segundo cierre al referir que “o Servizo de Disciplina Urbanística comprobou que non se estaban a cumprir os requirimentos que en materia de seguridade pública se lle esixiran por dito servizo”.

“Aínda coa reducción de aforos que solicitou a empresa, estas medidas non se cumprían”, afirmó la concejala, zanjando que “estamos ante un caso reicindente ao que, por motivos de seguridade pública, temos que dar resposta, xa que a normativa é esixible por igual para todos os locais da nosa cidade”.

Tres semanas después de abrir sus puertas a finales del pasado noviembre, Cacao, la cervecería circular de Estrella Galicia de la rúa de As Orfas, amanecía cerrado y con un cartel en la puerta señalando que estaba precintado por el Concello de Santiago. En aquel momento, el establecimiento se había visto obligado a cerrar tras tres semanas de actividad debido a que “carecía de ciertos trámites” obligando a los responsables a parar su actividad con carácter inmediato mientras estas no se subsanasen, tal y como lo comunicó Raxoi a este periódico tras suceder su primera clausura.

No obstante, apenas tres días después de este cierre, el establecimiento comunicaba a través de sus redes sociales su reapertura y consecuente vuelta a la acción, noticia que fue recibida con afán por parte de su público, que mantuvo su aforo repleto durante las jornadas en las que sí estuvo operativo. Ahora, con este segundo precinto municipal, crece de nuevo la duda en torno a qué le deparará el futuro a este local y en qué acabará la pugna por mantener subida su persiana. X.A.