Santiago

El cáncer vence a ‘Maxi’, el mejor detector de drogas de Lavacolla

Después de toda una vida en la Guardia Civil, el pastor alemán y su guía, Dionisio Ribadas, se jubilaron hace apenas un mes // Fue adoptado por su compañero

  • 19 may 2020 / 00:07
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Una de sus últimas apariciones públicas fue en el rodaje de una conocida serie para la Televisión de Galicia, donde además conoció a su último gran amor, una preciosa perrita con la que compartía plató. La Comandancia de A Coruña de la Guardia Civil informó ayer, con gran pesar, de la muerte de Maxi, el pastor alemán que contribuyó, junto con su guía, el agente Dionisio Ribadas, a combatir el narcotráfico en Galicia. Ambos se jubilaron hace apenas un mes y, además, el veterano agente había decidido adoptar a su compañero de fatigas, que falleció ayer a consecuencia de un cáncer.

En una entrevista concedida a EL CORREO GALLEGO el pasado febrero, con motivo del paso a la reserva de ambos agentes, Ribadas comentaba que apenas le quedaba un año y medio para pasar a la reserva activa cuando, por motivos personales, le urgió la necesidad de regresar a su Galicia natal. Había realizado el curso de perros de narcóticos en el año 90 y pensó que trabajar en su especialidad sería una buena manera de despedirse de la Guardia Civil .

Así que acudió a la Escuela de Adiestramiento de Perros de El Pardo, en Madrid, para que le asignaran un compañero de trabajo. Allí conoció a Maxi, “un perro de 10 años que había llegado al centro para jubilarlo porque le había mordido a su anterior guía”. Dionisio empatizó muy bien con el animal y se convenció de que, a pesar de su avanzada edad, sería un buen aliado para combatir el narcotráfico en la comunidad gallega.

“Hicimos muy buenas migas y, la verdad, para mí fue un gran regalo en esta última etapa en la Guardia Civil. Trabaja muy bien. La verdad es que es difícil encontrar un perro de esta edad y con este afán de búsqueda”, señalaba entonces el guía, antes de subrayar que durante el año y medio que trabajaron juntos “Maxi fue un perro muy eficaz y con un marcaje muy seguro”.

En este contexto, explicaba que prestaron servicio en todas las provincias gallegas, dado que si en alguna de las otras tres (pertenecen a la Comandancia de A Coruña) el guía de perros no se encuentra disponible requieren sus servicios. Aeropuertos y puertos marítimos son también instalaciones donde con mucha frecuencia eran requeridos los servicios de Dionisio y su pastor alemán. A Lavacolla acudieron en numerosas ocasiones durante el último año y medio para realizar controles de equipajes y pasajeros.

En la terminal compostelana “nunca detectamos la presencia de narcóticos”, si bien en los últimos párrafos de la dilatada hoja de servicios de este experimentado tándem antidroga constan nada menos que 31 positivos. Y, además, en contextos de lo más complejos, puesto que los narcos “siempre intentan ir un paso por delante de nosotros”.

Indicaba el experto que con la intención de engañar a los canes llegan a mezclar la droga con sustancias como pimentón o café, de manera que puedan confundir el olfato de los agentes caninos. Aunque a Maxi ninguno de los dos productos se le resistía. “Tratan de confundir a los perros con otras sustancias, pero por el momento, les sale rana”, zanjaba Ribadas.

Entre los hallazgos más destacados de la pareja, sobre todo gracias al olfato del pastor alemán, cabe mencionar la detección de 20 kilogramos de heroína durante una operación de la Benemérita que se desarrolló en Carballo y que permitió desarticular una importante banda de narcotraficantes (fueron detenidas hasta once personas) entre Galicia y Madrid.

También dieron un importante palo en la cárcel de Teixeiro, donde a Maxi no se le escapó una mujer que pretendía introducir en el penal una considerable cantidad de sustancias estupefacientes, concretamente, cocaína y hachís. Tras el hallazgo fue detenida y pasó a disposición judicial.

Maxi vivió hasta su jubilación, hace un mes, en dependencias adaptadas de la Guardia Civil. Entonces, Dionisio le adoptó y se mudó a la casa del agente. “Es un perro con carácter, pero muy dócil. Es muy bueno. Se vendrá para mi casa y podrá convivir con otros perros que tengo”, comentaba el agente en la entrevista, antes de apuntar que un perro policía siempre tendrá una inquietud especial. “Yo quiero que ahora disfrute lo que le queda de vida, que dado que tiene doce años, serán dos o tres más”, indicaba su compañero. Por desgracia, el cáncer consiguió vencer a Maxi en apenas un mes.

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