Juan Pablo II sigue sin su cruz conmemorativa en la cima del Monte do Gozo

El papa Juan Pablo II visitó España en el año 1989 con motivo de la IV Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en la capital gallega. Para conmemorar dicha visita del papa a tierras gallegas se encargó hacer un monumento a una artista brasileña que se colocó en el Monte de Gozo, un lugar emblemático del Camino de Santiago.

Pero en el mes de marzo del año pasado, la Xunta decidió retirar este monumento. Desde 2020 el ejecutivo gallego había registrado el deterioro que sufría la estatua, principalmente, a causa del paso del tiempo. Ese mismo año se había realizado una inspección y se comprobó el mal estado en el que se encontraba. Fuentes de la administración autonómica aseguraron que “la estructura interna era irrecuperable”, por lo que se procedió a realizar una intervención con el objetivo de “conservar y poner en valor los elementos artísticos del conjunto escultórico”. Otro de los puntos que se recalcan en esta actuación es el de “potenciar las vistas de la ciudad desde Monte do Gozo, redirigiendo las miradas de los peregrinos hacia las torres de la Catedral”.

Con todo, en el pasado agosto fueron muchos los ciudadanos y colectivos cristianos que se opusieron a las actuaciones de extracción de la cruz conmemorativa. Por una parte, la Asociación de Abogados Cristianos pidió a la Xunta que se repusiese el monumento a Juan Pablo II, e incluso avisaron de que podían iniciar un procedimiento contencioso.

Su presidenta, Polonia Castellanos, denunció que “la Xunta permite que en Galicia haya monumentos a líderes comunistas como el Che Guevara, en contra de las recomendaciones del Parlamento Europeo, mientras derriba símbolos cristianos, atentando contra la propia Constitución”.

“En este caso, la Xunta dijo que haría “una intervención para conservar y poner en valor el monumento, y lo que ha hecho ha sido eliminarlo y dejar solo una placa”, afirman desde la asociación.

Un procedimiento en marcha. A este respecto, la directora de comunicación de Abogados Cristianos, María Riesco, confirmó a este periódico la reclamación administrativa interpuesta hacia la Xunta de Galicia pidiendo la restitución de esta estructura. Sin embargo, explica que como “ya ha pasado el plazo de tres meses establecido para que la administración nos dé respuesta”, la asociación avanzó la presentación de un recurso por la vía contenciosa.

Por su parte, desde la Xunta mantienen la misma línea de acción. Señalan que la intervención que se está llevando a cabo para transformar la zona en la que se retiró el monumento escultórico que conmemoraba la visita del papa Juan Pablo II en 1989 “no está terminada”. El Gobierno gallego llevará a cabo actuaciones de acondicionamiento para crear un espacio simbólico en homenaje a esta visita y para recibir a los peregrinos en su entrada a Santiago de Compostela.

Señalan, además, que “el proyecto de revitalización del Monte do Gozo puesto en marcha en 2019 ya recogía la necesidad de actuar en este monumento que fue retirado debido a su situación de deterioro reversible aprovechando los elementos de interés”. Ante esto, la indignación entre los colectivos cristianos fue avanzando desde que se conoció la noticia de la retirada del monumento, especialmente, de la cruz que coronaba el espacio.

El canónigo de la Catedral y responsable de la organización de tres viajes papales a Santiago, monseñor Salvador Domato Búa, se encuentra también muy enfadado ante la retirada de este símbolo, acción que calificó como una “exaltación de la desmemoria histórica de Santiago”. Él preparó las visitas de Juan Pablo II a Compostela en 1982 y 1989; y también la de Benedicto XVI en el Año Santo de 2010.

El nacimiento de la estructura. Este elemento conmemorativo era una obra de la escultora brasileña Yolanda d’Augsburg Rodrigues y fue levantado a principios de la década de los 90 con el objetivo de homenajear y recordar la visita a Santiago de Juan Pablo II en 1989, un viaje enmarcado en la celebración de la IV Jornada Mundial de la Juventud, que atrajo a cientos de miles de muchachos de todo el mundo a Compostela.

En la cima de la escultura destacaba la gran cruz con una concha de vieira en el centro. Además, el monumento retirado también contaba con cuatro placas que rodeaban la estructura, y que buscaban representar al “primer papa peregrino”.

Aparentemente, el paso de los años y la climatología desmejoraron el monumento, bien por las condiciones del tiempo o bien por falta de mantenimiento. Su retirada se justifica dado su mal estado, con la parte superior totalmente cubierta de óxido y con algunas losas de la estructura caídas. Ante esto, del monumento retirado el pasado marzo quedaron sólo cuatro placas en su lugar, que se encontraban integradas en el conjunto, y a la espera de cambios.