La antigua estación de autobuses ya es historia

Las obras de demolición de la vieja estación de autobuses encaran la recta final, después de que ya se hayan completado los trabajos de derribo de toda la estructura principal. Hace un mes, la Xunta avanzó que las obras terminarían en la segunda quincena de enero; la previsión del Gobierno gallego es licitar en marzo la construcción de la nueva ciudad administrativa de San Caetano.

Las actuaciones en marcha en la antigua estación contemplaban la demolición de 13.000 metros cuadrados de superficie construida, “todas las edificaciones menos el Parque de Bomberos, que queda para una fase posterior”, subrayaba durante una visita a la zona la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, antes de añadir que desde la Xunta ya están trabajando “de forma paralela” en la nueva ciudad de San Caetano, un nuevo complejo administrativo que se ubicará en el solar que ocupaba la estación de buses.

La previsión es licitar las primeras obras durante el mes de marzo de este año; actuaciones que incluyen dos módulos de 10.000 metros cuadrados que podrán albergar a 650 trabajadores. Para estas obras, la inversión estipulada en los presupuestos de 2022 es de 7,7 millones de euros.

Los trabajos de derribo en la antigua terminal de buses de la capital gallega comenzaron en septiembre, y antes del derribo del edificio de viajeros ya se habían gestionado más de 120 toneladas de residuos de la demolición. Estas obras, en las que la Xunta ha invertido más de 1,4 millones de euros, “contribuyen a hacer ciudad”, afirmó Vázquez, y “evitan que una edificación en desuso genere problemas”, subrayó.

En las primeras semanas de trabajo, las tareas de derribo se centraron principalmente en desconectar las conexiones de los servicios de abastecimiento de agua, telecomunicaciones, gas y electricidad. Posteriormente, se desmantelaron los interiores y se despejó el espacio, con la eliminación de luminarias, falsos techos, carpintería, tabiques y aislamientos para dejar vacío el edificio de la terminal de pasajeros.

Ya en noviembre las obras entraron en una nueva etapa, con la llegada de maquinaria de brazo largo para acometer los trabajos de demolición más complejos. Esta maquinaria derribó la cubierta, la fachada y la estructura metálica de los muelles.

La demolición de la vieja terminal de autobuses comenzó justo cuando se cumplían cincuenta años de su puesta en funcionamiento. Las obras de la vieja terminal de San Caetano finalizaron en 1971 y para su construcción se aprovechó el desnivel existente entre la explanada donde se levantó y la avenida de Rodríguez de Viguri. Se edificó un recinto de una sola altura a la entrada, desde el que se bajaba a las dársenas.

Esta infraestructura, bastante moderna para la época, cambió la imagen de un barrio que entonces todavía no albergaba la sede central de la Xunta, puesto que el inmenso edificio había ido cambiando de usos, de cuartel a centro educativo, e incluso fue sede del Colegio de Sordomudos y Ciegos, antes de acoger los servicios centrales de la administración gallega.

DOS MÓDULOS. En aquellos momentos la situación de la estación de autobuses de Santiago no era tan céntrica como en la actualidad, dado que aún no existía el barrio de Fontiñas. Ese mismo año, 1971, se estrenó también el desaparecido mercado de ganado de Salgueiriños.

Ahora, medio siglo después, se construirá en estos terrenos la nueva ciudad administrativa de San Caetano. En la primera fase de los trabajos se edificarán los dos primeros módulos del edificio. Los presupuestos de 2022 recogen la partida necesaria, 7,7 millones, para impulsar las primeras obras, además de la remodelación interior y mejora de la envolvente del actual edificio.