Llenazo de turistas en la plaza del Obradoiro a las puertas del otoño

Si el tiempo acompaña son muchos los que prefieren aprovechar los últimos fines de semana de septiembre para disfrutar de la playa.

Sin embargo, ayer el tiempo no acompañó demasiado y fueron muchos los que decidieron cambiar los arenales por la piedra histórica para pasear por Santiago y llenar las terrazas, sobre todo en la zona monumental.

Así, pudo verse un gran ambiente por las distintas rúas del casco histórico y en las dos plazas más visitadas de la capital gallega, Obradoiro y A Quintana.

En la primera había multitud de turistas además de grupos de peregrinos que quisieron inmortalizar su llegada a la meta peregrina del Apóstol para hacerse fotos y selfies para el recuerdo a los pies de la Catedral compostelana.

En la Basílica, nuevamente, se registraron colas para acceder a su interior y contemplar sus naves restauradas y para atravesar la Puerta Santa y cumplir así con uno de los ritos necesarios para ganar el Jubileo.

Y es que la capital gallega sigue recuperando su imán para los caminantes. Así, solo en la mañana de ayer sellaron la Compostela más de mil peregrinos. De hecho, desde el viernes a ayer recogieron su credencial más de 3.000 personas.

Después del parón por el Covid, la Catedral, el Centro Internacional de Acogida al Peregrino y los albergues públicos de la Xunta, que volvieron a su actividad el pasado 1 de julio, están recuperando a pasos agigantados el movimiento de personas.

De hecho, las colas ante la Oficina del Peregrino compostelana están siendo muy habituales con caminantes nacionales y también de distintos puntos de varios países.

PROTESTAS POR TEMOR A ATROPELLOS. Igualmente, en las distintas entradas del Camino se sucede el paso de peregrinos, a muy poca distancia de llegar al Obradoiro, como por ejemplo en el barrio de San Lázaro.

En este punto, hay vecinos y responsables de establecimientos que se quejan, porque los bicigrinos van por las aceras sin desmontarse de la bicicleta, tal y como exige la normativa, puesto que no está permitido circular en bicicleta por las aceras.

Los afectados consideran que es bastante peligroso para los viandantes, dado el elevado volumen de bicigrinos, y piden que se les recuerde con carteles o presencialmente que no pueden circular por las aceras.

También las principales calles de vinos y tapeo del casco histórico santiagués gozaron de un gran ambiente durante toda la jornada, puesto que el aspecto gastronómico también es otro de los valores añadidos que ofrece la capital gallega a los viajeros, que pueden disfrutar de los típicos manjares tradicionales a precios muy competitivos.

Las zonas preferidas por los turistas para disfrutar del marisco, la empanada y los pimientos de Padrón, entre otros productos tradicionales, fueron la rúa do Franco, A Raíña, o Porta Faxeira.

Otro lugar con mucho ambiente fue la plaza de San Agustín y los alrededores del Mercado de Abastos, que ganan adeptos a pasos agigantados entre los compostelanos para disfrutar del vermú y el tardeo de los domingos.

sregueira@elcorreogallego.es