Mucho pulpo y rosquillas para animar la cita con la Merced

Los dos primeros fines de semana del mes de septiembre son, normalmente, sinónimo de gran actividad en el barrio de Conxo. Los vecinos celebran en estas fechas tanto la Merced como el San Serapio. En ambas ocasiones, además de la habitual verbena y actividades para los más pequeños, se lleva a cabo un Rosario. Sin embargo, este año la crisis sanitaria por el covid-19 no permite la organización de actos festivos. Es por eso que ayer, coincidiendo con la fiesta en honor a Nuestra Señora de la Merced, los actos se limitaron a la tirada de bombas de palenque. Por tanto, no se celebraron actuaciones musicales ni, por supuesto, la tradicional verbena de por la noche.

No obstante, un pulpeiro y un puesto de rosquillas sirvieron de gancho para animar la jornada, y muchos vecinos de la zona se acercaron hasta el campo de Conxo para disfrutar del día.

Por otra parte, durante el primer fin de semana de septiembre se registró una notable actividad en lo que se refiere a llegada de peregrinos a la ciudad, después de que solo durante la mañana de ayer se entregaran casi 500 compostelas en la Oficina Internacional de Acogida situada en la rúa de Carretas.

Tras el parón por el covid-19, la Ruta Jacobea ha ido poco a poco activándose de nuevo. Así, entre julio y agosto, hubo un incremento del 70 por ciento, pasando de 9.752 a 16.572 peregrinos, es decir, un total de 26.324 caminantes en el total de los dos meses, aunque, eso sí, cifras muy lejos de los 53.319 peregrinos que llegaron en el séptimo mes de 2019.

Uno de los elementos que ha marcado, por ejemplo, el primer mes de nueva normalidad del Camino de Santiago es la pérdida de peso del viajero internacional. Durante julio hicieron el Camino 1.893 peregrinos extranjeros y 7.859 españoles, con lo que el caminante foráneo supuso solo el 20 % de las llegadas, frente a casi el 50 % que era habitual.