Tapiarán la dársena de Xoán XXIII para evitar campamentos ilegales
Raxoi quiere mejorar uno de los principales puntos de acceso de turistas // Instalará jardineras y en unos días también reabrirá los aseos tras finalizar su reforma
Raxoi tapiará con un muro y adecentará la zona de la dársena de Xoán XXIII donde hasta hace poco acampaban varias personas sin hogar. El proyecto fue aprobado ayer por la comisión de Patrimonio del Concello de Santiago, con los votos a favor de los grupos municipales del PSdeG y del PPdeG; y la abstención de Compostela Aberta y del BNG. La intervención, que se llevará a cabo en las próximas semanas, tiene como principal objetivo mejorar uno de los principales puntos de acceso de turistas de la capital gallega. Hasta la dársena de Xoán XXIII llegan cada año cientos de autobuses y miles de visitantes. Así, el fin de esta actuación es poner en valor esta zona y mejorar la primera impresión de quienes nos visitan.
Tal y como indicaron desde el departamento de Obras, este proyecto servirá para adecentar la zona. Se levantará un pequeño muro que impedirá el acceso al pequeño espacio abierto bajo la terraza de la dársena, un lugar donde habitualmente se instalaban personas sin hogar con tiendas de campaña.
Estos campamentos improvisados generaban problemas con frecuencia: suciedad, riñas, malos olores, que recibían a diario a los turistas que desembarcaban en la dársena. La intervención, que se realizará mediante un contrato menor, ascenderá a unos veinte mil euros y se ejecutará en cuestión de semanas. El concejal de Obras, Javier Fernádez, comenta que la intención del Concello es también humanizar la zona con unas jardineras y más mobiliario para que los visitantes se encuentren con un lugar acogedor tan pronto ponen el pie en Santiago.
Por otro lado, se están ultimando los detalles de la reforma de los baños de la dársena, una actuación que llevó a cabo el mismo departamento. Según Javier Fernández, los aseos estaban en muy mal estado y su aspecto generaba rechazo a cualquier posible usuario. Se ha realizado una reforma casi integral y la obra se recepcionará en los próximos días, a falta de pequeños detalles, como los secadores de manos u otros apliques.
PRIMER INTENTO. Consciente del problema que generaba el campamento de personas sin techo en la dársena, ya en 2013 el entonces gobierno local decidió poner en el lugar jardineras de grandes dimensiones con el objetivo de evitar que los indigentes durmiesen en esta zona. Pero no resultó efectivo, ya que el problema no se solucionó, todo lo contrario, se agravó, dado que los miles de visitantes que llegaban a la dársena en autobús o los que utilizan esta calle para entrar en el casco monumental se encontraban de pleno con una zona muy degradada en la que se acumulaban orines, excrementos y restos de comida podrida que provocaban un olor nauseabundo y que dificultaba el tránsito habitual de peatones.
Santiago. La comisión de Patrimonio de Raxoi aprobó ayer también las obras de mejoras en la avenida de Coímbra. Continuando con las obras de renovación de aceras en la avenida de Salamanca se pretende seguir el mismo diseño constructivo de manera que se logre una continuidad en el itinerario peatonal desde la citada avenida hacia Xoán XXIII, lo que permitirá comunicar de una manera más accesible esta zona residencial con el centro de la ciudad y demás equipamientos próximos.
Debido a las reducidas dimensiones de la avenida de Coímbra, recoge el proyecto aprobado, resulta muy complicado cumplir con un itinerario peatonal accesible de 1,80 metros de ancho. Esto llevó a analizar varias propuestas en la búsqueda de alcanzar la mejor solución, pero las rechazadas suponían un mayor coste y una redistribución del tráfico que, en la actualidad, con dos sentidos de circulación y el tránsito de autobuses urbanos, sería imposible a corto plazo.
Así pues, la opción escogida pasa por la misma prolongación de la acera en la margen derecha de bajada, a modo de prolongación de la renovada en la avenida de Salamanca, recuperando así la acera ejecutada ya en el año 2014, pero eliminando también la barrera arquitectónica en el vado y acometiendo la reubicación de los contenedores.
Los trabajos serán ejecutados por personal propio del Concello, perteneciente a la Brigada de Vías y Obras. Dadas las características de la intervención, que asciende a 23.836,20 euros, se estima un plazo de ejecución de un mes.