Tres controles de velocidad y 5 que vigilan a los ‘saltasemáforos’

A partir de julio serán tres los puntos de la ciudad que estarán controlados por un radar fijo. El primero que se colocó fue el del túnel del Hórreo, que vigila la velocidad en ambos sentidos. Después, llegó el del Restollal y en breve estará operativo el de Conxo.

Además, en A Sionlla hay otro cinemómetro que ostenta el récord de ser uno de los que pone menos multas en España.

Actualmente, además de estos radares, hay en la capital gallega cinco cámaras situadas en distintos puntos que vigilan que nadie se salte un semáforo en rojo. Los fotorrojos están radicados en Amor Ruibal; en la confluencia de Rodríguez de Viguri con Concheiros, desconectado en estos momentos por las obras de remodelación que se están realizando en la zona; en la unión entre Romero Donallo y Frei Rosendo Salvado; y dos en la zona de San Caetano: en las prazas de España y da Paz. Se trata de puntos con una elevada intensidad de tráfico.

En este sentido, el informe de los últimos años denota claramente que la presencia de estos dispositivos ha servido para concienciar a los conductores, puesto que el número de sanciones ha descendido progresivamente: 3.144, en 2015; 2.583 en 2016; 1.831 en 2017 y tan solo 1.641 en 2018.

Tal y como figura en el informe estadístico de ese último año, los fotorrojos situados en la rúa Amor Ruibal y en Rodríguez de Viguri son, sin duda, los más activos, con más de 1.200 multas entre los dos (707 en la calle citada en primer lugar y 541 en la segunda). Además, la oleada de atropellos que se produjo a principios de año en la avenida de Castelao provocó que el Ayuntamiento decidiese colocar en esta zona un fotorrojo disuasorio, para que los conductores reduzcan la velocidad, pero sin multar.

Así, el 90 ciento de los vehículos que circulan por la avenida de Castelao lo hacen, desde que se colocó este dispositivo, a una velocidad inferior a los cuarenta kilómetros por hora. Se trata de los primeros datos que ofreció el radar informativo que instaló el Concello de Santiago en este punto del barrio de Vite, donde los vecinos alertaron de numerosos atropellos.

En este sentido, desde Raxoi apuntan que, teniendo en cuenta estas estadísticas, no parece que estos accidentes se produzcan por una cuestión relacionada con la alta velocidad. Se trata de una vía por la que circulan unos 27.000 vehículos a la semana y en la que a veces se registra baja visibilidad por motivos meteorológicos.

También en la zona de San Lourenzo instalaron un sistema similar, que tampoco multa y simplemente informa a los conductores si circulan a más velocidad de la debida. Para completar este tipo de dispositivos, el Ayuntamiento estudia la posibilidad de pintar en los pasos de peatones mensajes para que los viandantes presten atención cuando cruzan la calle y no se despisten con el teléfono móvil. El uso de dispositivos electrónicos por la calle provoca numerosos incidentes, algunos de ellos, con consecuencias muy graves.