Santiago
ACTO. Fueron ordenados por el arzobispo de Santiago en una solemne ceremonia eucarística celebrada ayer en la Iglesia de San Martiño Pinario // “Sed curas cercanos que hablan con todos”, afirmó monseñor Julián Barrio en la homilía TEXTO M. Fernández

Tres nuevos diáconos y otros dos sacerdotes para la Archidiócesis

  • 11 jul 2020 / 01:00
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El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidió ayer, en la Iglesia de San Martiño Pinario, la solemne eucaristía en la que ordenó a tres nuevos diáconos y otros dos sacerdotes. La ceremonia dio comienzo a las 18.00 horas y contó con las limitaciones de aforo previstas por la actual situación derivada de la crisis sanitaria del covid-19. “La finura espiritual evitará que os convirtáis en burócratas de la pastoral. Sed curas cercanos que hablan con todos. Acompañad a las personas con misericordia en el camino de la reconciliación”, afirmó monseñor Barrio durante la homilía.

El arzobispo tuvo palabras de aliento para Carlos Camiño Lema, natural de Cambeda; Javier Carballo Mouzo, de Vimianzo; y Juan Sanjurjo Arias, natural de Arteixo, que fueron ordenados diáconos; y para Callistus Chidiebere Nwoye, natural de Nigeria; y Santiago Luis Núñez Fernández, de Moaña, nuevos sacerdotes. “Mi saludo y felicitación cordial a vosotros, queridos ordenandos, a vuestras familias, a vuestros amigos y conocidos. Mi gratitud al señor rector, formadores, profesores, y a quienes os han acompañado con el testimonio de su fe, con la ciencia de sus conocimientos y con la bondad de su virtud”, indicó monseñor Barrio.

“Queridos candidatos al Diaconado Carlos, Javier y Juan, hoy es un día para vosotros de dones y de gracias, de obligaciones y compromisos”, recordó el arzobispo de Santiago a quienes iban a ser ordenados diáconos, exhortándoles a que “no salga de vuestra boca ninguna palabra ociosa y sin sentido. En la exhortación moral infundid la bondad a la gente. Imitad a Cristo que no vino a ser servido sino a servir”.

Mientras, a los dos nuevos sacerdotes, el arzobispo les invitó a aspirar a “la santidad que es el rostro más bello de la Iglesia. El sacerdocio es un don y no una función, no es un contrato de trabajo. Al ungir a los enfermos y a los bautizados recordad que estáis viviendo el hecho de compartir vuestra vocación y vuestra vida”. Además, durante la ceremonia que se celebró en San Martiño Pinario, monseñor Barrio animó a todos los presentes a estar “próximos aos vosos sacerdotes coa oración e co apoio, especialmente nas dificultades, para que sexan cada vez máis Pastores segundo o corazón de Deus”.

“La gente quiere a sus pastores, los necesita, confía en ellos”, enfatizó el arzobispo de Santiago.

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