Santiago
Los alineadores transparentes son un aparato ortodóncico y como tal debe ser prescrito, planificado y revisado por un ortodoncista // En la clínica Pérez Varela se planifican después de realizar un diagnóstico, fotografías y un escaneado intraoral TEXTO F. Cernadas

Unas sonrisas más estéticas y saludables con total discreción

  • 01 ago 2021 / 23:31
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Lograr una sonrisa más bonita y sana, en plazos cada vez más cortos, con total comodidad y sin que nadie se dé cuenta, es el deseo de muchos pacientes. Por ello, los alineadores transparentes están en auge, porque son ideales para corregirla con discreción y con un aparato que se puede quitar y poner, lo que facilita un cepillado más eficaz y no impone restricciones alimentarias.

Aunque habitualmente el periodo de adaptación a los alineadores invisibles es algo más corto que el de los brackets, también requieren algo de paciencia los primeros días, ya que, aunque son muy cómodos porque están hechos a medida para cada paciente, la boca ha de acostumbrarse al hecho de llevar dentro un elemento “ajeno”. Al ser personalizados, quedan perfectamente ajustados, evitando heridas en la boca o daños en piezas dentales. Para lograrlo, en la Clínica de Ortodoncia Pérez Varela, se planifican tras realizar un diagnóstico, fotografías y un escaneado intraoral.

“Existe un porcentaje de personas adultas que necesitan ortodoncia, pero renuncian a hacerse un tratamiento porque les da vergüenza llevar aparato o les da pereza. Para ellas, los alineadores transparentes son una gran solución”, señala Juan Carlos Pérez Varela, presidente de la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), con centro en Ourense desde hace años.

Entre sus ventajas, además de ser indetectables a primera vista, está el hecho de que los pacientes pueden comer de todo (se retiran para las comidas) y suelen ser tratamientos más rápidos, siempre y cuando se lleven puestos veintidós horas al día (imprescindibles para que se realicen correctamente los movimientos marcados por el ortodoncista y se fijen dichas posiciones) y se acuda a revisión puntualmente para hacer los cambios de alineadores, tal y como indique el especialista en función de la evolución.

Un ortodoncista debe supervisarlos. La innegable comodidad de este novedoso tratamiento para mejorar sonrisas no debe hacer perder la perspectiva de que es un tratamiento ortodóncico y, como tal, debe ser prescrito, diagnosticado, planificado y supervisado por un ortodoncista.

“La ortodoncia de adultos está en auge, especialmente los alineadores transparentes, pero no pueden tratarse como una moda. La ortodoncia es una disciplina sanitaria y es necesario una formación específica para realizar tratamientos de ortodoncia”, destaca el especialista.

La SEDO, que preside el doctor Pérez Varela, ha manifestado su preocupación por la proliferación de empresas que comercializan estos productos a través de Internet, sin la supervisión adecuada. “Es un riesgo importante llevar alineadores que no hayan sido correctamente pautados. En vez de mejorar la estética y salud de la sonrisa, se puede empeorar”, advierte el máximo exponente del ente nacional.

En concreto, pueden acarrear problemas, tanto a nivel oclusal (mordida) como funcional. “Hay que recordar que la ortodoncia puede influir no solo en la estética y oclusión dental, sino también sobre funciones tan importantes como la masticación, el habla, la respiración o la deglución, sin olvidar la estética del rostro del paciente”, remarca.

Además, como sucede con otros sistemas ortodóncicos, este tratamiento puede presentar algunas complicaciones y riesgos, a pesar de que en líneas generales suele ser más confortable. En concreto, pueden darse irritaciones de los tejidos blandos (mejillas, lengua, labios...), sensibilidad, llagas, molestias puntuales en algún diente... El roce continuado de la aparatología puede tener consecuencias sobre mucosas y tejidos blandos, por lo que se requiere “seguimiento presencial, con especial atención a la aparición de lesiones de tipo traumático o premalignas”, insiste el doctor.

Al finalizar la fase activa, como en cualquier tipo de proceso ortodóncico, deben colocarse retenedores y realizar citas de seguimiento y control de la estabilidad del tratamiento y del estado dentario, gingival, mucoso y óseo de la persona para que los resultados conseguidos se mantengan en el tiempo.

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