El magnesio, un mineral esencial para la vida
es el tercer mineral más abundante en el agua del mar.
En nuestro organismo, es un elemento tan esencial como el calcio o el hierro, aunque solamente tengamos entre 20 a 25 gramos.
El 65 % se encuentra en los huesos combinado con el calcio y el fósforo y el resto se reparte entre tejidos, órganos, músculos, cartílagos, plasma y jugos digestivos entre otros.
La recomendación diaria actual para los adultos es de 300 mg/día de magnesio para las mujeres y 400 mg/día para los hombres.
¿Por qué es importante el magnesio? El magnesio interviene en más de 300 reacciones bioquímicas como la formación de neurotransmisores, anticuerpos, enzimas, hormonas y colágeno que influyen en nuestra salud.
Es vital para la salud cardiovascular, la transmisión del impulso nervioso, la relajación muscular o la obtención de energía...
El menor aporte de magnesio de muchos alimentos es consecuencia del uso en la agricultura de fertilizantes, abonos químicos que empobrece los suelos de magnesio, así como el refinado de los cereales o la cocción de los alimentos en agua y durante demasiado tiempo.
El consumo elevado de azúcar refinado es un ladrón de magnesio, cuya excreción aumenta por orina.
Síntomas que puede provocar la falta de magnesio. Un déficit ligero de magnesio puede resultar casi asintomático, pero la falta moderada puede producir: cansancio, insomnio, temblores, dolor de cabeza, opresión torácica, nerviosismo, irritabilidad, vértigos, calambres, contracturas, espasmos digestivos, fatiga, confusión mental, estreñimiento, arritmias, palpitaciones, lipotimias, fibromialgia, ansiedad, palidez y fragilidad de pelo, uñas y dientes.
Beneficios del magnesio:
– Actúa como un sedante natural, calmando el sistema nervioso y relajando la musculatura.
– Interviene en numerosos procesos metabólicos y en la producción de energía.
– Favorece la salud de los huesos.
– Reduce el agotamiento por estrés.
– Mejora la calidad de sueño.
Fuentes de magnesio:
– Frutos secos (nueces, almendras, pistachos...).
– Semillas (girasol, sésamo, calabaza...).
– Legumbres (garbanzos, lentejas...).
– Verduras de hoja (acelgas, espinacas...).
– Frutas (plátano, mora, frambuesas...).
– Aguacate, dátiles, orejones...
– Arenques, sardinas, langostinos.
– Germinados.
– Cacao, café orgánico.
– Sal marina sin refinar, sal del Himalaya...
También la leche, los quesos son ricos en magnesio, pero hay que cuidar el equilibrio entre calcio/magnesio para mantener la salud física, mental y emocional.
Si quieres consultarme tu caso puedes hacerlo en consulta@otiliaquireza.com. Estaré encantada de poder ayudarte.