Emerge un tesoro griego del VI A.C. en Ribadeo

Con toda una joya de la arqueología se encontraron en Ribadeo los buzos de la Armada, que tienen base en la Estación Naval de A Graña (Ferrol). Se trata de un ánfora griega del siglo VI A.C., que podría convertirse en el hallazgo náutico más antiguo del norte peninsular. El equipo de buceo realizaba hace unos días una inspección de comprobación en torno a los restos del galeón San Giacomo di Galizia, hundido en esas aguas en 1597. Y en ese entorno, aunque no pertenezcan a ese pecio, se localizaron sorprendentes piezas: una jarra del siglo XVI y la citada ánfora griega de nada menos que 2.600 años.

La abor ha sido realizada por la unidad de Vigilancia del Patrimonio Arqueológico Subacuático de la Armada, en colaboración con el Servizo de Arqueoloxía da Xunta de Galicia. El equipo de buceadores UBUFER actúa bajo el Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima de Ferrol. Según indican fuentes de la Armada, “la intervención sobre el pecio San Giacomo di Galizia se realizó como sondeo previo a la campaña de estudio prevista para el próximo otoño, bajo la dirección del arqueólogo submarino Miguel San Claudio”. Y tras un reconocimiento de la zona, se localizaron casuamente dos piezas de barro: una jarra y un ánfora.

Especialistas se encargaron de un análisis promenorizado, “para estimar que la jarra pertenece al siglo XVI, y que el ánfora sería de la cultura griega del siglo VI A.C.” Destaca la Armada que “la confirmación de este último hallazgo convertiría este testimonio en el objeto más antiguo localizado en el ámbito náutico de todo el norte peninsular, con la importancia y trascendencia histórica y cultural que ello implica”. Las piezas se incluirán en la Carta Arqueológica de Pecios de la Armada, acorde con el Plan de Vigilancia y Protección del Patrimonio Arqueológico Sumergido. Se garantizará así su registro oficial y seguridad.

El ánfora ha aparecido en el entorno del San Giacomo, cuyos restos salieron a la luz por primera vez tras un dragado de la ría del Eo en 2011. Se construyó en Nápoles en 1590, cuando esta ciudad era española. Y naufragó siete años después pese a su fama de ser uno de los buques más grandes de su tiempo: creado con roble de los pies del Vesuvio, con 1.200 toneladas y 34 metros de eslora. Pero la Armada destaca que la pieza griega no pertenecería a la dotación del galeón.

La Armada es la responsable de la vigilancia y protección de los restos pertenecientes al patrimonio subacuático español, en base a la Ley Orgánica de la Defensa Nacional 05/2005. Y tiene asignadas competencias plenas respecto a los restos naufragados y hundidos de los buques.