Tendencias

En la catedral de San Pablo, Londres: “in memoriam” del General Moore, herido de muerte en la batalla de Elviña (A Coruña), el 16-01-1809

  • 14 feb 2021 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego

INTRODUCCIÓN

Hace años, visitando dicha catedral, quedamos gratamente sorprendidos al descubrir, en el brazo Sur del “crucero”, un magnífico “cenotafio” conmemorativo de la muerte heroica en aquella famosa batalla contra los franceses, librada del 16 al 18 de enero, del Teniente General Sir John Moore quien, gravemente herido en la tarde del 16 falleció al final de ese día cuando sus hombres estaban replegándose para regresar, en barcos, a Inglaterra. Sus oficiales dispusieron, cumpliendo el deseo expresado por el propio General de “recibir sepultura allí mismo donde cayera”, inhumarlo en una zona de las fortificaciones de la ciudad de A Coruña. La tumba se conserva, actualmente, en el llamado “Jardín de San Carlos”.

CENOTAFIO

Los ingleses tienen fama de honrar a quienes mueren dando su vida por la patria, lo que certifican numerosas “tumbas”, o “cenotafios” o “memoriales” que pueden verse por todas partes estando, los más importantes de los cuales están en la catedral de San Pablo o en la cercana abadía de Westminster, en Londres. Con Moore no perdieron el tiempo como demuestra el que sólo 15 días después de su muerte, el 13 de marzo de 1809, fue presentada una moción en el “Parlamento” pidiendo que se “eleve, en la Catedral de St. Paul, un monumento a su memoria”. Seis años después, en 1815, esa obra demandada, grandiosa por su expresividad y belleza, ya podía verse en un lugar privilegiado, el “brazo Sur del crucero” de St. Paul, que es la catedral anglicana de Londres.

ESTILO Y AUTOR

Inequívocamente “modernista” y realizada por uno de los mejores escultores de su época John Bacon “junior”, hijo del prestigioso John Bacon “sénior” gran figura del neoclasicismo inglés, muy favorecido por el Rey Jorge III. El citado “junior” vivió entre 1779 y 1859, fue destacado alumno de la “Royal Academy”, comenzó su vida artística muy joven y se hizo famoso por sus interpretaciones escultóricas de “alegorías”, como es el caso del monumento que nos ocupa en cuyo frente, parte inferior izquierda, figura su nombre y fecha de lo realizado: J. Bacon. Junior. Sculptor. 1815.

ESTUDIO ICONOGRÁFICO DEL MONUMENTO

Realizado en mármol blanco es de gran tamaño y lo integran, de abajo arriba, un zócalo prismático-cuadrangular, que lo eleva 53 cm. del suelo; el sarcófago de 3,75 m., cuya tapa lisa está abierta y aplicada a la pared, listo para acoger la escultura funeraria de Moore, que sostienen e introducen cuidadosamente una escultura alegórica de la “Victoria”, que lo sujeta por el tórax y otra de un sepulturero por las piernas, arrodillados sobre el borde del sarcófago. La primera viste una túnica transparente, con cíngulo que deja visible el pecho izquierdo y las piernas, además de lucir un peinado de gusto greco-latino y de exhibir los elementos identificativos que le son propios: una corona de laurel y alas.

El “fornido sepulturero” está totalmente desnudo y apenas cubre su zona genital con los pliegues de la bandera que porta un niño regordete, asimismo desnudo y también cubiertos los genitales por la bandera, quien mira atentamente la escena desde la parte izquierda-superior del conjunto. La “Victoria” y el “sepulturero” sujetan y hacen descender lentamente el cadáver de Moore mediante una sarta de laurel y una banda de tela, respectivamente, que hacen pasar por las axilas y los huecos poplíteos del difunto.

Moore, viste el uniforme de gala de Teniente General, en cuya parte supero-izquierda de la guerrera puede verse la placa de la “Orden del Baño” preciada condecoración inglesa en forma de estrella de ocho puntas, con tres coronas reales en el centro, rodeadas por una inscripción, el lema de la Orden, que dice “Tria juncta in una”, aludiendo a los tres reinos que conformaron el “Reino Unido de Gran Bretaña”.

El niño que describimos, está situado a la izquierda del “sepulturero” y sostiene con sus manos, una bandera cuyo mástil remata en una punta de lanza lo que, hasta su vértice y desde el suelo de la catedral supone la altura máxima del monumento que es de más/menos 4 m. Con sus piernas el niño sostiene, verticalizado, un escudo de España con forma ovalada en el que se reconocen los “cuarteles” de Castilla y León, así como, en posición central, el escudo propio de la “Dinastía Borbónica”, tres flores de lis, que inició en 1700 el rey Felipe V.

La perfección y belleza de las cuatro esculturas humanas nos dejan maravillados y en ellas se aprecia el buen conocimiento de la anatomía de superficie, por parte del artista que las realizó: peinados; barba y bigote con respectivas patillas, en los varones adultos; relieves óseos; músculos y tendones; surcos intermusculares; transparencia de las venas superficiales; así como corpulencia y morfología diferente de los sexos, etc. A destacar la belleza femenina de la “Victoria”, la musculatura del sepulturero, la relativa obesidad del niño y la placidez del difunto...

INSCRIPCIÓN EXPLICATIVA

En el centro de la cara frontal del sarcófago, una inscripción en 9 líneas, con letras grabadas y pintadas en negro, da cuenta, en texto inglés lo que significa el monumento. Traducida al español dice:

“Consagrado a la memoria del Teniente General Sir John Moore, de la Orden del Baño (KB), que nació en Glasgow en el año 1761, luchó por su país en América, Córcega, las Indias Occidentales, en Holanda, Egipto y España, y el 16 de Enero de 1809 murió por un proyectil de cañón en Coruña”.

Aclaramos que la referencia a las Indias Occidentales se refiere a un conjunto de islas que eran posesión de Gran Bretaña y que está en el Golfo de México, entre las cuales las Bahamas y las Grandes y Pequeñas Antillas.

TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.