de Sao Paulo
El 4 de septiembre abrirá las puertas al público la 34 edición de la Bienal de Sao Paulo, como así lo viene haciendo desde 1951; será en el Pabellón Ciccillo Matarazzo, en el Parque de Iberapuera, y servirá la ocasión para celebrar el 70 aniversario de su creación recordando anteriores ediciones. La Bienal de Sao Paulo ha marcado pautas en el arte contemporáneo, dando a conocer aspectos de diversa índole que afectaron a los procesos sociales, con repercusión en la producción artística; en su larga historia, se ha diferenciado por el grado atención hacia lo que ocurría en otros puntos geográficos, promoviendo el interés hacia otras comunidades artísticas, mas allá del arte occidental.
Desde Sao Paulo, se han abordado puntualmente asuntos de trascendencia: medioambientales, de mestizaje, de igualdad, y en ese sentido en otras bienales, como la celebrada en el año 1991 se tuvieron en cuenta las relaciones entre arte y ecología, tema de especial interés en determinados sectores del arte brasileño; en aquellos momentos, la apuesta produjo una atención extraordinaria en la comunidad artística internacional, trascendiendo a otros escenarios al incluir artistas que buscaban soluciones estéticas para dar respuesta a esas inquietudes.
La actual edición tendría que celebrarse en 2020 pero tuvo que suspenderse a la espera de mejores condiciones para las visitas presenciales, aunque se fueron facilitando al publico los procesos de trabajo de algunos artistas en colaboración con el equipo curatorial; en el nuevo esquema tuvieron cabida los cambios obligados por las circunstancias y se introdujeron nuevos modelos y modos de trabajo, integrados al desarrollo de la Bienal, desde la que sus organizadores, por medio de documentales y medios online, agrandaron la capacidad de comunicación.
El argumento inspirador se detiene en la poesía del autor brasileño de la Amazonia, Thiago de Mello, en la frase “Faz escuro mas eu canto” todo un principio afirmativo que encierra deseos optimistas que en estos momentos se vuelven necesarios en su significado: “ Faz escuro mas eu canto, porque a manhá vai chegar”.
Y el mensaje lleva a la idea de resistencia, introducida de lleno en los planteamientos de la Bienal, en estos momentos inciertos que afectan al mundo, y se apela a la capacidad del arte como elemento de unión entre aquellos que son diferentes, sin establecer barreras: así lo ha explicado el comisario Jacopo Crivelli Visconti, que ha contado con un equipo profesional conformado por Paolo Miyada, Carla Zacagnini, Francesco Stocchi, Ruth Estevez, al que se ha unido como editora invitada Elvira Dyangani Ose, actual directora del MACBA.
Una buena parte de la producción artística destinada a este gran evento en el que estarán representados 91 artistas de todos los continentes, de diferentes etapas de la historia, se adscribe a las nuevas reflexiones promovidas y entre los seleccionados, como ejemplo de diversidad confluyen en Sao Paulo, Giorgio Morandi (1890-1964), Lasar Segall (1880-1957), Lygia Pape (1927- 2004), Helio Oiticica (1937-1980), León Ferrari (1920- 2013) ,Lothar Baumgarten (1944-2018), Alfredo Jaar (1956), Alice Shintani (1971), José Antonio Vega Macotela (1980), Jota Mombaça (1990).
En señal de refuerzo en la misma dirección, veinte instituciones y museos de la ciudad se unen con sus proposiciones que invitan a celebrar la presente edición, entre ellos los museos Afro do Brasil, de Arte Moderno, Pinacoteca de Sao Paulo, Instituto Moreira Salles.
Y en el seguimiento de obras y producciones sin limites, ni fronteras, todo parece indicar que se alcanzará el esperado dialogo y el reconocimiento al otro, en su diferencia. Y al discurso propuesto, se incorpora el recuerdo de la obra del ensayista, poeta y filosofo Edouard Glissant (Martinica 1928-París, 2011), quien tuvo entre sus fuentes inspiradoras la personalidad multirracial de Brasil, y abogó por la creación de un espacio abierto en lo cultural, heterogéneo en las raíces, propicio para evitar el aislamiento y reforzar cada particularidad; sus teorías influyentes en el mundo del arte, se relacionan estrechamente con el concepto de “negritud” del igualmente poeta martiniqués Aimée Cesaire (1913-2008), tan próximo al Surrealismo. Y desde los esquemas trazados, la 34 Bienal Sao Paulo, se hará eco, una vez mas, del signo de los tiempos.