Libros dedicados para el Guinness

La casa del lucense Ángel Patricio Rodríguez Argibay, funcionario de la Diputación, es una auténtica biblioteca-museo de libros. Las estanterías invaden las paredes para guardar sus 4.370 libros de escritores españoles, todos ellos dedicados por sus autores. El último ejemplar incorporado a su colección, cuando charlamos con él, fue una obra de la coruñesa África López Santos, que lleva por título “Mulleres que nos dan que pensar”.

Ángel busca, con esta singular e interesante colección, entrar en el famoso libro Guinness de los Récords, que recoge en sus ediciones anuales, desde 1955, hazañas únicas en todo el mundo.

La idea de incluir su colección en el Guinness, según explica, nunca se le había pasado por la cabeza en los más de 40 años que lleva acumulando ejemplares dedicados. Quién lo animó a ello fue la conocida artista afincada en Lugo, Luz Darriba, que en el año 2000 promovió el proyecto Cumulum, con el que logró rodear la muralla romana de la capital lucense con libros, hazaña que le valió a ella, de manera merecida, poder entrar en el prestigioso libro de los récords.

“La idea de Luz fue la que me animó y comencé las gestiones y a reunir la documentación y acreditaciones que exigen desde el Guinness para conseguir un récord”, señala Ángel.

TRAMITACIÓN. A la hora de realizar los trámites necesarios para ingresar en la publicación de las marcas mundiales, proceso en el que está inmerso desde hace meses, Rodríguez Argibay reconoce que se trata de un cometido bastante laborioso, “debo escanear todas las dedicatorias de los libros y elaborar una relación de los libros y sus autores y aportar entrevistas de prensa y reportajes que acrediten que mi colección es de verdad, entre otros requisitos”.

La recompensa a ese arduo trabajo sería la concesión de un título que acredita su hazaña y la inclusión de su colección en el famoso volumen anual del Guinness. Un reconocimiento que para Ángel sería más que suficiente.

Explica que la pandemia del coronavirus ha paralizado, de momento, el trabajo para la tramitación del récord. “Cuando esta crisis sanitaria pase retomaré el proceso y espero concluirlo a finales de este año, siendo optimista, me daría por contento si entrase en la edición del Guinness de 2021”, asegura.

PEQUEÑA HISTORIA. Al hablar de su cuantiosa y singular colección, este lugués confiesa que todavía no se ha leído los más 4.000 ejemplares que atesora. “Habré leído y hojeado unos 2.000”, reconoce. En cuanto al almacenaje de ese volumen de papel en su vivienda, explica que ha optado, para aprovechar el limitado espacio de su casa, por agruparlos por tamaño. “En algunas estanterías tengo hasta tres filas de libros”, subraya.

A la hora de hablar de preferencias sobre libros y dedicatorias, que atesora desde 1975, comenta que es difícil quedarse con un número limitado de títulos, “todas tienen su pequeña historia y su valor, ya que están hechas con afecto y cariño”. Añade, “tengo dedicatorias con dibujos incluidos, como las del reconocido pintor monfortino Roberto González y en obras regaladas por Camilo José Cela o la Condesa de Romanones, entre otros”.

Subraya que en su lista de dedicatorias cuenta con el último libro que firmó el poeta de la Generación del 27, Vicente Aleixandre, poco antes de morir. “Tengo un certificado de su hermana que acredita que se trata del último ejemplar dedicado por el poeta poco antes de fallecer”, relata Ángel Patricio.

Indica que, en general, el texto de las dedicatorias incluye su nombre y la leyenda “Para un buen coleccionista, con mucho afecto”. Rodríguez Argibay guarda, junto con esos más de 4.000 libros firmados, 5.000 cartas de los autores. Las misivas, por sí solas, son otra colección con singular valor.

DEL EXMARIDO DE LETIZIA. Entre las dedicatorias con especial significado en su larga lista, cita la de un ejemplar, “El edén de los autómatas”, obra escrita por el profesor Alonso Guerrero Pérez, exmarido de la actual reina Letizia.

También recuerda la amistad con la Condesa de Romanones, Aline Griffith, surgida del simple hecho de pedir una dedicatoria, que le regaló el primer libro que salió de su pluma, “La vida de Pascualete”, cuando acudió a su casa para que le firmase un ejemplar.

La colección de este lucense no se ciñe únicamente a la narrativa, en su catálogo figuran también poetas, pintores, cantantes, músicos, cocineros, modistos, médicos, humorista, ensayistas... Ángel relata que, en general, la mayoría de ellos son gente muy accesible y amable a los que conoció personalmente en ferias y presentaciones.

··· Fue allá por 1975 cuando a Ángel Patricio le vino a la cabeza de coleccionar libros dedicados. En las estanterías de su casa había ejemplares de autores lucenses como Ánxel Fole, Trapero Pardo, Narciso Peinado o Vázquez Seijas y pensó, dado que vivían en la ciudad y los tenía a su alcance, en pedirles una dedicatoria para sus ejemplares. Las consiguió y así, paso a paso, fue creciendo una colección que ahora aspira a lograr el récord de las dedicatorias y que se fraguó en presentaciones literarias, ferias del libro y en los salones de las casas de muchos escritores a las que acudió este lugues para solicitar una dedicatoria para sus ejemplares.

··· A esos autores lucenses se sumaron Manuel María, Paco Martín, Luz Pozo Garza, Torrente Ballester, Manuel Rivas, José de Cora y otros muchos gallegos. En la larga nómina que atesora Rodríguez Argibay figuran también nombres de la talla de Vargas Llosa, Rafael Alberti, Soledad Puertolas, Carmen Posadas, Pío Moa,Forges, Chumi Chumez, Pilar Eyre, Eduardo Lindo, José María de Areilza, Peñafiel, Fernádez Campo, Sabina, Beatriz de Borbón, Cayetana de Alba o Máxim Huerta, entre una larga lista de firmas que pueden llevar a este funcionario de la Diputación de Lugo a entrar en el famoso libro de las marcas mundiales.