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Miguel Costas clausura el Noroeste y el Rock in Cambre

El músico vigués actuó en dos de los festivales pioneros que celebraron este año la vuelta a la normalidad con gran éxito

  • 15 ago 2022 / 01:00
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Dos de los festivales pioneros, el Noroeste y el Rock in Cambre, celebraron este año la vuelta a la normalidad con ediciones señaladas y con un idéntico protagonista en sus jornadas de clausura: Miguel Costas. El incombustible músico vigués, fundador de grupos esenciales como Siniestro Total y Aerolíneas Federales, intervino en el cierre del Rock in Cambre en la noche del sábado y participó, con un concierto a modo de sesión vermú, en el último día de actividad del Noroeste, que este año celebró su 35 edición.

En poco se parece el festival que se celebra actualmente en A Coruña a su primera edición, que tuvo lugar en 1986 durante un único día, en una evolución y ampliación que le hizo perder parte de su nombre -originalmente Noroeste Pop Rock- para abrir el abanico de estilos, y su sede, el Palacio de los Deportes, para trasladarse inicialmente al vecino arenal de Riazor y acabar esparciendo sus actuaciones por escenarios de toda la ciudad, en concreto una decena en la edición recién finalizada.

El Campo da Leña, donde ayer actuó Miguel Costas y en días previos lo hicieron, entre otros, Corizonas y Familia Caamagno, se ha establecido como uno de los puntos de encuentro del evento en los últimos años. En esta edición además albergó una de las actividades paralelas, el Mercado da Colleita, una iniciativa de comercio sostenible que se celebró en años previos en el Paseo de los Puentes. El Muelle de Trasatlánticos, en cambio, se estrenó como nuevo escenario este año y, pese a algunos problemas de acceso por cuestiones de seguridad en la primera jornada, parece una buena alternativa para propuestas de aforo medio como la ofrecida por Dorian.

El Noroeste ha recuperado también en los últimos tiempos el auditorio pétreo del parque de Santa Margarita, donde antaño se celebraban conciertos, como ubicación destacada. Este año acogió, por ejemplo, la actuación del polifacético Emir Kusturica junto a la No Smoking Orchestra dentro de su gira de despedida. Y la no menos volcánica presencia de Dios ke te Crew. Dos artistas que el año pasado, en una edición reducida del festival tras ser cancelado en 2020, animaron musicalmente este pulmón verde de la ciudad herculina, Zahara y Baiuca, dieron en 2022 el salto al escenario principal, el situado en la playa de Riazor, recuperado después de dos años de ausencia. La puta rave de Zahara complementó el viernes la presencia más esperada del festival, la de Tanxugueiras, cuyo espectáculo sedujo a decenas de miles de espectadores, seguro que muchas menos de las propagadas por la organización, en una cuestionable aportación de cifras imposibles de verificar ante la peculiaridad de un escenario sin accesos controlados y que es de paso para mucha gente. Baiuca, por su parte, dio el relevo el sábado al otro cabeza de cartel en Riazor, UB40, una apuesta que dio continuidad a una de las premisas desde el traslado del Noroeste Pop Rock al arenal: grupos internacionales contrastados y de larga trayectoria, con un puñado de canciones reconocibles para el gran público. Y la veterana banda británica, estandarte de la fusión del reggae con el pop desde hace más de 40 años, se ajusta como un guante a ese perfil. Poco importa que buena parte de sus músicos no sean ya los originales y que su actual cantante, Matt Doyle, tenga más aspecto de seminarista que de vocalista de una banda de reggae. Clásicos como Red, red wine, cierre de su concierto, además de Kingston town y Can’t help falling in love, que sonaron en el bis, son piezas imperecederas que siguen funcionando décadas después de su publicación.

Al mismo tiempo que UB40 ofrecía en Riazor su tercer concierto en A Coruña -el primero fue en 1993 en el Coliseum, antes de recalar en 2018 en la sala Pelícano-, otro grupo legendario, Burning se subía al escenario del Rock in Cambre, revivido este año después de dos de parón por la pandemia, para ofrecer una vibrante dosis de rock and roll al mando del eterno Johnny Cifuentes. El festival, que celebra su 30 edición, ha mantenido una fidelidad envidiable al género pese a los cambios políticos en el ayuntamiento a lo largo de estos años. Esa trayectoria, jalonada con nombres esenciales del rock como Rosendo, Los Suaves, Platero y Tu, M-Clan, Barricada o Ilegales, se recoge en el libro “30 años del Rock in Cambre”, escrito por Noelia Díaz y de reciente publicación. Será necesaria en el futuro una actualización que detalle las destacadas actuaciones de Los Zigarros, Burning y Miguel Costas en la edición de este año, sin olvidar el emotivo retorno a los escenarios de bandas locales como Inadaptados, pioneros a la hora de poner en marcha el festival y que se volvieron a reunir 30 años después. Tres lustros hacía que no tocaba otro grupo de la localidad, Hemacaos, que también regresó a los escenarios ante un público entregado. Los himnos generacionales firmados por Miguel Costas, desde Assumpta a Miña terra galega pasando por Matar jipis en las Cíes o Bailaré sobre tu tumba animaron la velada del sábado en Cambre, el lugar de residencia, curiosamente, de Julián Hernández, el otro emblemático miembro fundador de Siniestro Total.

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