Un Roberto Verino muy urbano y un García Madrid atrevido convierten la moda en todo un espectáculo

PASARELA MADRILEÑA La semana de la moda madrileña comenzó este lunes con un desfile de Roberto Verino en plena Castellana haciendo a la ciudad y sus transeúntes partícipes del acontecimiento, para continuar con un paseo por el arte de García Madrid, que unió a sus propuestas de sastrería masculina a todo color.

El puente de Eduardo Dato, en pleno Paseo de la Castellana, fue el lugar elegido por Verino para presentar su propuesta de otoño invierno 2021/22, Nomadismo Urbano, una manera de demostrar que “la puesta en escena puede ser diferente”, dijo a Efe minutos antes de comenzar un desfile itinerante, pues a lo largo del día estaba previsto trasladarlo al IED Carabanchel y al Puente de Arganzuela.

Con la experiencia que marca el tiempo dedicado a una profesión que le apasiona, Roberto Verino (Verín, 1945), a punto de cumplir cuarenta años en el diseño, quiere seguir “innovando, vincular la moda a la ciudad y su gente” y ofrecer respuesta a sus necesidades inmediatas, una razón por la que ya están en sus tiendas las prendas que hoy desfilan en la calle.

En cada uno de los destinos plantea diferentes propuestas, con una colección en la que demuestra el espíritu “nómada de la sociedad actual, con un dinamismo increíble, donde las colecciones han dejado de ser la pauta en la moda”.

Apuesta por diseños de calidad, de cortes depurados, “sostenibles, que perduran en el tiempo, lo que permite crear un armario emocional”, con piezas con las que “vivir muchas experiencias”, argumenta el gallego.

Plantea gabardinas, cardigans, y capas en colores intemporales, neutros, mezclando el arena con el camel o los grises de una falda de lana con chaleco. Vertebra los chalecos acolchados y las sudaderas con capucha para las jornadas más informales y deja toda la intensidad del rojo para la noche. Inmaculada Tapia