“Mi voz se adapta a registros de chico, con tono grave, por lo que Rocío Jurado fue un reto”

Si hablamos de fuerza, garra y mujer coraje, hablamos de Kris Somad. La coruñesa de 28 años se ha convertido, tras su paso por los primeros programas de A Liga dos Cantantes en la voz grave femenina más buscada y codiciada de Galicia. Habiendo empezado muy jovencita en el mundo de la verbena, su capacidad vocal única pronto la ensalzó a los escenarios de la gran orquesta Cinema, llegando al punto más alto de la verbena gallega. Actualmente, aunque la gira está paralizada con motivo del covid, se encuentra en las filas de la orquesta Capitol, a la espera de poder saltar de nuevo a los escenarios.

- Empiezas en el mundo de la verbena siendo menor de edad. ¿Cómo fueron esos comienzos?

Sí, empecé muy joven. Primero formé parte de un trío, a los 14 añitos, y a los 15 ya pasé a una orquesta pequeñita de A Coruña, que me quedaba cerca de casa, por lo que mis padres accedieron. Desde esa, ¡no he parado hasta día de hoy!

- ¿Y cómo se produjo tu gran salto a la orquesta Cinema?

A Cinema llegué después de mi paso por Foliada. César, otro de sus integrantes, contactó un día conmigo para decirme que estaban interesados en mi voz. Pese a todo, me lo pensé un poco, por el cambio a más trabajo, a una orquesta más grande, con más responsabilidad...

- ¿Y por qué diste el ‘sí’?

Pues al final me decanté por el sí porque como mi novio también se dedica al tema de la orquesta y él estaba en una formación también con muchas fechas pensé: “Mira, si él va a trabajar tantos días, yo también aprovecho y hago lo mismo”.

- ¿Cómo definirías tu voz?

Uff, no sé... A ver, como te explico, no es muy común, suelo cantar incluso canciones de registro de chicos. Tengo más graves que agudos, que es lo que suelen tener más las chicas, mucha potencia.

- Vaya, esto tiene mucho que ver también con el apodo de Cinema, ¿no? Como la orquesta “más agresiva de Galicia”.

Claro, de hecho yo también era la más echada para delante, cuando hay que colgarse de un sitio a otro y bajar por las cuerdas yo siempre era la más predispuesta a ello, a las acrobacias y al espectáculo.

- ¿Cuál era la canción que más te gustaba del repertorio?

Había varias que me gustaban, pero eran sobre todo las que tiraban más al rock. Dolores está muy vista, pero hacíamos un mix de canciones de Dvicio, un poco más pop rockerillas, no suaves.

- Y dentro del concurso de A Liga dos Cantantes, ¿qué canciones te están poniendo? ¿Son de tu estilo?

¡Uy, hay de todo! Pero estoy súper contenta, porque te sacan un poco de tu sitio y te propones meterte en el papel. Me pusieron canciones en inglés, y yo soy malísima con el inglés, Rocío Jurado, Paloma San Basilio... luego reguetón también.

- ¿Nunca habrías imaginado el cantar una canción de Rocío Jurado?

¡Pues no! A no ser que fuese en un karaoke a las tres de la mañana... pero cantarla en serio... no, jajaja.

- ¿Y cómo te trata el público? Esta semana eres la más apoyada en la red social Facebook.

La verdad es que me sorprendió muchísimo. Ya desde el primer programa me escribió muchísima gente. Había duelos para elegir a los primeros ocho concursantes y yo quedé fuera, así que la gente me escribió para que no me preocupase. Ellos me animaban a mí y yo les animaba a ellos diciéndoles que así se iba a poner más emocionante el concurso. Y me sorprendió porque me escribió muchísima gente.

- Ahora que estamos atravesando este verano atípico sin nuestras fiestas. ¿Cómo auguras tú el futuro próximo de la verbena?

Creo que mientras no haya una vacuna no va a ser posible hacer fiestas y, además, también es lo más seguro el no hacerlas.

- ¿El programa de la TVG te ha servido como una oportunidad para sacarte ese gusanillo de actuar?

Pues fíjate que al principio me pensé el ir o no, soy tímida. E incluso el otro día hablé con mis compañeros para decirles que estoy contentísima de haber dicho que sí al final, porque hicimos buena piña entre todos. Además, allí se pasa muy bien, la gente nos trata muy bien y encima nos dan el trabajo que echábamos de menos al no poder ensayar, teniendo que preparar temas y sacándolos luego adelante sobre el escenario. ¡Es toda una experiencia!