Segunda vuelta

El joven derechista Daniel Noboa será el próximo presidente de Ecuador

El discurso de González disimuló una sensación frustrante. Se impuso una vez más el rechazo a la figura del expresidente, actualmente exiliado

Daniel Noboa ejerce su derecho a voto en las presidenciales de Ecuador.

Daniel Noboa ejerce su derecho a voto en las presidenciales de Ecuador. / Marcos Pin

Abel Gilbert

El candidato de derechas, Daniel Noboa, de 35 años, será el próximo presidente de Ecuador. Con su victoria se consuma un viejo sueño paterno: el magnate Álvaro Noboa intentó cinco veces sin éxito acceder por medio del voto al Palacio Carondelet. Los números de la segunda vuelta electoral confirmaron las presunciones de los analistas. Al escrutarse el 92% del padrón, el aspirante de la Alianza Democrática tiene el 52,29% de los votos, contra el 47,71% de la correista Luisa González. "Estos datos son irreversibles", dijo el Consejo Nacional Electoral (CNE). El mandatario electo tiene solo 16 meses para administrar un país con una economía dolarizada y sin moneda propia, con una pobreza del 27% y una ola criminal que lo ha transfigurado.

Revolución Ciudadana, la fuerza fundada por el expresidente Rafael Correa, volvió a quedar en el camino. González reconoció su derrota con una forzada sonrisa y palabras de agradecimiento a quienes creyeron en ella. "Soy una mujer cristiana y de fe. Quiero dar gracias a Dios. Él ha ido adelante mío en esta campaña", dijo. "Se ve, se siente, Luisa está presente", la vivaron. "Este es un proyecto político, de país, que busca mejores vidas para los ecuatorianos. A los que no votaron por nosotros también los abrazamos". González felicitó al ganador. "Nosotros jamás gritamos fraude ni llamamos a incendiar ciudades. La seriedad ante el pueblo es lo primero, eso es fundamental", dijo. La dirigente correiste le pidió al vencedor que cumpla con sus promesas de campaña. También lo llamó a encontrar acuerdos comunes. "El Ecuador necesita estar unido. Ponemos a disposición todo nuestro equipo de trabajo. Cuente con nuestros votos en la Asamblea para la seguridad y la educación y siempre y cuando no quiera privatizar nuestros recursos".

El discurso de González disimuló una sensación frustrante. Se impuso una vez más el rechazo a la figura del expresidente, actualmente exiliado en Bélgica. Esa aversión, construida en los medios y apuntalada por causas judiciales que Correa considera sin fundamento, ha beneficiado Noboa, cuyo único antecedente político era su presencia casi inadvertida en la Asamblea Nacional (Congreso) a partir de 2021. Ese mismo año, el correista Andrés Arauz, cómodo ganador en el primer turno, había sido derrotado en la presidenciales por el banquero Guillermo Lasso, en medio de una fuerte polarización que volvió a ser determinante. La historia acaba de repetirse. Noboa había obtenido el 23% de las adhesiones en la primera vuelta de agosto, 10 puntos menos que su contendiente.

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Agencia ATLAS

De los negocios a la política

"Los ecuatorianos ya no comen cuento, es tiempo de esperanza, tiempo de cambio, tiempo de un Nuevo Ecuador", dijo el joven empresario al sufragar. Su victoria es, en un punto, la vindicación de los repetidos intentos de Don Álvaro. El padre había construido un imperio económico pero su fórmula del éxito y la expansión nunca se materializó en las elecciones. Le tocó al hijo hacerlo en su nombre.

El mundo de los negocios fue su ambiente natural. Además de haber ocupado un cargo importante en la Coorporación Noboa, el candidato derechista tiene acciones en siete empresas: Pesquera Marintan, Predios Cutiriba, Fantastisol, Cordenesa, Pozuelo de oro Pozoro, Logic Choice Logch y Nobexport. Estudió Administración de Negocios en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York, y Administración Publica en Harvard Kennedy School. Realizó una maestría de Gobernanza y Comunicación Política, en la Universidad George Washington.

Una elección sin incidentes

Más de 13,4 millones de ciudadanos estuvieron habilitados para acudir a las urnas. Las primeras estimaciones dan cuenta de una participación del 80%, una cifra considerada importante teniendo en cuenta la crítica situación que vive el país por la ola de violencia que ha generado un fuerte impacto en la sociedad a partir del crecimiento exponencial del narcotráfico.

En virtud de estos antecedentes, la segunda vuelta ha sido custodiada por 53.000 policías y 43.000 militares. La jornada no tuvo los incidentes tan temidos. Se reportaron algunas amenazas de bomba en Quito, la capital. Los candidatos fueron a sufragar blindados por un chaleco antibalas y rodeados de un fuerte dispositivo de seguridad. Ese celo es resultado del estupor que ha provocado el asesinato antes de la primera vuelta del candidato centrista Fernando Villavicencio. Los sicarios colombianos que lo ultimaron fueron asesinados días atrás en una cárcel de Guayaquil.

Los ecuatorianos acudieron a votar de manera anticipada en virtud de la decisión de Lasso de disolver el Congreso y que el ganador de las elecciones compete su mandato hasta 2025. Lasso prefirió dejar su gestión inconclusa a ser objeto de una moción de censura por parte de la legislatura, que lo investigaba por presunta corrupción.

"Tomar el mando dejando atrás la campaña y las confrontaciones tiene su peso en pro de la gobernabilidad, pero el elegido o la elegida no lo hará solo y eso lo debe tener claro, pero también el resto de actores políticos, sociales, económicos y la ciudadanía. Sacar adelante al Ecuador es una tarea conjunta", señaló el diario El Universo en su editorial.