Tensión con China

¿Por qué son tan importantes las elecciones en Taiwán? ¿Puede su resultado afectar a España?

Los comicios determinarán la forma en la que la isla se relacionará con China en los próximos años

El vicepresidente de Taiwán y candidato presidencial del gobernante Partido Democrático Progresista para las elecciones de 2024, William Lai (Lai Ching-te).

El vicepresidente de Taiwán y candidato presidencial del gobernante Partido Democrático Progresista para las elecciones de 2024, William Lai (Lai Ching-te). / EFE/RITCHIE B. TONGO

Carles Planas Bou

Incluso en el mayor año electoral de la historia, las elecciones presidenciales de Taiwán destacan como una de las que más interés despierta. Este sábado, parte importante de sus casi 24 millones de habitantes acudirán a las urnas para determinar el futuro político de la isla, cuya soberanía reclama China. La creciente tensión militar con su vecino hace que esta cita sea vista por Pekín, pero también por la oposición taiwanesa, como un dilema "entre la paz y la guerra".

Las elecciones del 13 de enero enfrentan al actual vicepresidente Lai Ching-te, candidato del gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), y al alcalde de Nuevo Taipéi, Hou You-ih, candidato del Kuomingtang (KMT). El primero parte como favorito en las encuestas, en parte por la incapacidad de la oposición de presentar una candidatura conjunta. El tercero en discordia es Ko Wen-je, exalcalde de Taipéi, capital de la isla.

Como ya es habitual, la alargada sombra del gigante asiático ha monopolizado cada aspecto de la campaña electoral. Esa realidad solo puede entenderse rebuscando en las páginas de la historia. La guerra civil que desangró China durante la primera mitad del siglo XX se saldó en 1949 con el triunfo de Mao Zedong y el Partido Comunista. Su victoria militar en el continente obligó al derrocado gobierno nacionalista chino a replegarse en Taiwán, territorio que controló bajo una dictadura que se extendió hasta finales de la década de 1980. Eso explica que, aún hoy, el nombre oficial de la isla siga siendo República de China. En 1996, celebró sus primeras elecciones democráticas.

Dos caminos ante China

China ha reclamado históricamente su soberanía del archipélago, una exigencia que ha crecido a medida que también lo hace su poderío militar. En su mensaje de Año Nuevo, el presidente chino Xi Jinping aseguró que la reunificación "es inevitable". Los partidos taiwaneses descartan esa opción, que desagrada a más del 80% de sus ciudadanos, pero tampoco hablan de independencia, pues eso despertaría la ira china. Ambos quieren mantener el 'statu quo', pero optan por distintas formas de cómo hacerlo.

El PDP, que gobierna desde 2016 de la mano de la la actual presidenta Tsai Ing-wen, ha reforzado sus lazos políticos, comerciales y militares con Estados Unidos, alianza con la que pretenden disuadir al gigante asiático. Sin embargo, esa beligerancia ha debilitado las relaciones diplomáticas de la isla, a la que tan solo reconocen 13 países. El nuevo candidato del partido se ha comprometido a dialogar para alcanzar la paz, pero ha advertido que "sin soberanía (...) es una paz falsa" y ha prometido un refuerzo militar de Taiwán. También ha abierto la puerta a un mayor acercamiento económico con la Unión Europea.

Al otro lado, el KMT apuesta por una posición más conciliadora con Pekín con el objetivo de evitar una hipotética agresión. De alcanzar el poder podría agilizar el comercio, el turismo y los intercambios culturales con su vecino. Irónicamente, este partido nacionalista y fervientemente anticomunista gobernó la China continental hasta la victoria de Mao.

¿Pueden afectar a España?

España, como la gran mayoría de países, no reconoce oficialmente a Taiwán. El resultado de las elecciones no cambiará esa posición, que beneficia la relación de Madrid con Pekín. Sin embargo, un hipotético conflicto en el estrecho podría afectar las relaciones comerciales que sí mantiene con la isla. Para España, Taiwán es el 40º proveedor en importaciones y su 50º mercado exterior. Para Taiwán, España es su 35º proveedor y su 20º destino de exportaciones. Esos lazos económicos favorecen al archipélago. En 2021, las exportaciones españolas alcanzaron los 697,6 millones de euros, mientras que el volumen de importaciones fue de 1.665,8 millones, según datos de la Oficina Económica y Comercial de España en Taipei.

Aunque Taiwán y China siguen teniendo fuertes vínculos comerciales, la guerra en Ucrania ha demostrado que eso no garantiza que no se dé una agresión militar. Ese temido escenario podría perjudicar a España y al resto del mundo, pues la isla ostenta una posición estratégica gracias a su dominio en la fabricación de semiconductores, esenciales para el mercado global de la electrónica. Si ese sector fuese dañado "nos enfrentaríamos a una crisis económica global similar a las perturbaciones que vimos durante la Gran Depresión", ha alertado Chris Miller, autor del libro 'La guerra de los chips'.