Apoyo policial a la declaración jurada para desplazarse

“Lo que se le pide a la gente es que documente la entrada en el municipio perimetrado, y que encaje con las causas que tasa la Xunta”, apuntaba un agente de la Policía Local de Área, admitiendo que hasta la fotocopia de una esquela “puede valer para por ejemplo llevar las cenizas a otro cementerio”. De cualquier forma, lamentan que Galicia no admita como base modelos de declaración jurada que terminarían con el problema.

La noticia llega después de las quejas recibidas por el exceso de celo del cuerpo en Ames, que ya han sido negadas por el concejal de Seguridade de ese municipio, Víctor Fernández. Pero lo cierto es que una vecina que lleva tiempo residiendo en la capital maiana fue multada porque en su carné aparecía el antiguo domicilio santiagués, y el recibo con consumos de su vivienda fue rechazado. Además, la propia afectada tenía constancia de que no se trata del único caso polémico.

Y es que hoy por hoy debe de ser cada agente en concreto el que valore si los medios documentales que el peatón o automovilista pone en sus manos “justifican el motivo del desplazamiento, que es lo primero que se le pregunta”. A partir de ahí, un mundo: “Si es alguien que cambia de concello para dar de comer a unos animales, se le pide que demuestre que tiene la casa o la propiedad”. Sin embargo, en el supuesto bastante común de que los animales estén en el inmueble familiar del cónyuge entra en juego otra documentación, “que puede consistir incluso en el propio libro de familia”.

Así las cosas, con la declaración jurada que sí que se admite en otras comunidades “podríamos saber de forma fidedigna si el motivo del viaje entra en los supuestos, porque sería fácil comprobarlo a posteriori”, zanja. En el caso concreto de, por ejemplo, Teo, la Policía Local subraya que “só se poderá entrar e saír con xustificante laboral, sanitario ou de necesidade esencial”, que deben de valorar ellos mismos.

NOIA Y O SON. En otros ayuntamientos, como en el de Noia, los agentes locales intensificaron los controles de movilidad tras la entrada en vigor de las nuevas restricciones la semana pasada. Señalan que hasta el momento, tras una primera jornada informativa, no se han formulado denuncias, pues las personas portan los justificantes necesarios para poder entrar y/o salir del municipio. Por lo que respecta a los agentes locales de Porto do Son, uno de sus principales cometidos durante estos días ha sido la inspección y control de los aforos de las terrazas, tras tener conocimiento de que en varios bares del ayuntamiento los clientes accedieron al interior. Por ello, recuerdan a los titulares de los establecimientos que deben cumplir los protocolos de seguridad.

La causa de que no exista tanta incidencia en el rural, aportan desde el entorno de A Maía, es que “por un lado, conocemos bien al grueso de los vecinos para saber si van a sus labradíos o residen en el municipio”, aunque también coinciden en que una declaración jurada acabaría con cualquier duda. En el caso concreto de Ames, y además de por exceso de celo, hubo también quejas por la supuesta brusquedad policial.