Ni rastro del barco ‘Divina del Mar’ en las rocas de Baroña

Dieciséis meses han sido necesarios para retirar el cerquero Divina del Mar de las rocas en las que encalló el 12 de noviembre de 2019 a la altura del castro de Baroña, en Porto do Son. Su traslado se prolongó debido a la complicada localización en la que se encontraba, además de los múltiples contratiempos que fueron surgiendo durante el transcurso: trámites burocráticos, las inclemencias meteorológicas y el COVID, entre otras.

A mediados de octubre del pasado año, Ardentia Marine, la compañía encargada del desguace de la nave, anunciaba que iniciaban los trabajos. Desde entonces el barco ha sido desarmado en piezas pequeñas, debido a la estrechez de los caminos por los que se saca, y transportado por maquinarias de iguales dimensiones hasta la carretera autonómica AC-550.

Para ello, se han movilizado hasta el lugar del accidente los equipos necesarios, tanto material como personal. Así, durante todo este tiempo han intervenido una media de quince personas diariamente, entre ellos los ingenieros, los jefes de obra, el personal de salvamento y los desguazadores y gestores de residuos, en función de las tareas.

Actualmente se encuentran retirando los últimos restos que quedan del Divina del Mar, alguna chapa suelta, “y se está esperando a las mareas vivas, que son a final de mes, para ver que está todo limpio”, indicó el director comercial de la mencionada firma, Mario Peña, quien comentó que “en la zona de tierra, donde hacemos acopio, todavía quedan pendientes piezas que tenemos que cortar para poder llevarlas hasta la planta recicladora”.

Reconoce que trabajar en la zona durante los últimos meses fue “muy laborioso” por el mal tiempo y por las pocas horas que el mar les permitía desarrollar su actividad.

En la última fase tuvieron que retirar la quilla del barco, el eje y el motor, partes pesadas de la embarcación. Al respecto, Peña explicó que “se montó una tirolina, con una base en tierra y otra donde estaba el barco, que llevaba un polipasto de tres mil kilos. Se cogía el peso en el mar, se cortaba la medida que soportaba, con el winch se traía a tierra y allí se cargaba en las carrocetas pequeñas, que eran las que podían pasar”.

Desde Ardentia Marine esperan finalizar la operación de manera definitiva próximamente. “Fue satisfactorio y trabajoso, aunque ya contábamos con eso”, subrayó el director comercial de la empresa.

Siniestro. Conviene recordar que el accidente del Divina del Mar se convirtió en una tragedia al perder la vida uno de los tripulantes. Otros cinco fueron rescatados por otras embarcaciones y tres llegaron a tierra por sus propios medios. Al parecer, la víctima se habría arrojado al mar sin ir provisto del chaleco correspondiente al virar el barco y, a raíz de ese salto, impactó contra unas rocas.

El barco, cuyo armador era el patrón mayor de la cofradía de pescadores de Portosín por aquel entonces, Iván Carreño, y que se dedicaba a la pesca del cerco, había salido a faenar a la zona del oeste de Carnota. Ya de vuelta, cuando se dirigía a su puerto base, se desencadenaron los hechos. A las 04.20 de la madrugada se produjo la alerta por parte de un pesquero que informaba de que el Divina del Mar había varado y lanzado varias bengalas. Por ello, el Centro de Coordinación de Salvamento de Fisterra coordinó el operativo de rescate movilizando a numerosos medios que se desplazaron hasta el lugar del siniestro.

Un lugar en el que ya no queda ni rastro de la nave, pues esta ya es historia, aunque en la memoria de los sonenses permanecerá su recuerdo.