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Ucrania, un aniversario agónico

Beatriz Beiras

Beatriz Beiras

24 de febrero, dos años de guerra en Ucrania y la contienda se adentra en el tercer año sin que sorprenda ya a nadie, casi olvidada, barrida de los titulares por otra guerra en Gaza, desgastado el atractivo mediático de los primeros meses. El impulso solidario provocado por la invasión rusa se quedó sin aliento para tornarse en bloqueos de carreteras en los países vecinos contra la entrada sin aranceles de grano ucraniano en el mercado europeo. 

Triste aniversario, porque la guerra sigue y la fatiga le come el terreno al entusiasmo del principio cuando los ucranianos fueron capaces de abortar la conquista de su país que Putin pretendía en tan solo 7 días. 

Ucrania acaba de perder la ciudad de Avdiivka, una plaza que defendió durante 4 meses, bajo una lluvia incesante de obuses y, siendo un ucraniano contra siete rusos, el nuevo jefe de las Fueras Armadas ucranianas, el general Oleksandr Syrskyi, optó por retirarse. 

La resistencia numantina en Bajmut había costado a los ucranianos demasiadas muertes inútiles y ahora faltan soldados y munición.

Rusia parece tener una reserva de hombres inagotable, su población cuadruplica la de Ucrania, en el otoño de 2022 movilizó a 300 mil reservistas, no hubo otra movilización y es poco probable que la haya antes de las elecciones presidenciales de marzo.

En cambio, el Ejército ucraniano necesita compensar urgentemente las bajas sufridas en estos dos años y, aunque no da cifras oficiales, los servicios de inteligencia occidentales calculan al menos en 70 mil los militares muertos. Pero además durante la guerra del Donbass, entre abril de 2014 y febrero de 2022, ya murieran miles de soldados ucranianos.

Así que en realidad el país lleva en guerra diez años, y eso ¿cómo se soporta? 

Hace unos días un reportaje de Le Monde se interesaba por las viudas de guerra y revelaba las fisuras que hay detrás de la fachada de unidad nacional. ¿La causa? El dinero. La indemnización recibida por las familias de los soldados muertos desde el 24 de febrero de 2022 es de 15 millones de grivnas (unos 370 mil euros), mientras -señala el reportaje- las de los muertos en la guerra del Donbass solo perciben 650 mil grivnas (unos 15.600 euros). Una injusticia que el Gobierno promete reparar, pero ¿de dónde sacar tanto dinero? 

Al cabo de dos años, y pese a las sanciones, Rusia ha conseguido instalarse en una economía de guerra, gracias a sus enormes recursos naturales y a la complicidad de sus aliados, Irán y Corea del Norte que le suministran municiones, y China con quien ha reforzado sus intercambios comerciales.

Del otro lado del frente, Ucrania depende de la ayuda occidental, de la Unión Europea que al fin ha podido desbloquear 50 mil millones de euros para cuatro años, y de Estados Unidos donde el Congreso sigue sin aprobar el envío de 60 mil millones de dólares. Según los analistas es poco probable que los Republicanos estén dispuestos a dar vía libre y que el presidente Biden se apunte un tanto en su pugna con Donald Trump.

Llegado a este punto el único pronóstico que comparten los expertos en geopolítica es que ninguno de los contendientes aceptaría una negociación si no es por la derrota del contrario: Putin no cederá los territorios anexionados y Zelenski nunca aceptará perderlos porque dice, eso no pararía a Putin. Sabemos cuando empezó la guerra nadie sabe cuándo acabará.