Opinión | Notas de actualidad

Pregonando la Semana Santa

Está ahí, a la vuelta de la esquina, una nueva Semana Santa que aquí, en Galicia, se celebra con matices diferenciales en muchos sitios. Entre ellos cabe citar a Viveiro, en la provincia de Lugo, Ferrol, en la de A Coruña, Sanxenxo, en Pontevedra y O Carballiño, en Ourense. También, por supuesto, en Santiago, en donde sus procesiones caminaran por rúas y plazas, al compás de tambores y trompetas, sembrando dolor con sus solemnes pasos.

Falta una semana y ya, en O Carballiño, la Valedora do Pobo, nacida y criada aquí, ha pronunciado el pertinente pregón, el pasado domingo, en el majestuoso templo de la Vera Cruz. María Dolores Fernández Galiño lo presentó abriendo su corazón y sus recuerdos ante una audiencia que la siente suya. Dos coordenadas ensamblan el mensaje enunciado. Por una parte hay, en sus palabras, un emocionado cantar a su tierra, evocando palabras y sentimientos que le llevan a citar a Otero Pedrayo, Vicente Risco o Fariña Jamardo, entre otros; así enhebró un bello canto a su lugar de origen, tratado desde lo que Galicia es, valorándolo como un lugar muy especial, y distinguido, en el conjunto de un territorio, con una evidente entidad y, en el que la celebración de la Semana Santa, marca un hito importante, y diferenciado, en el contexto de cada año.

Y, por otra, el pregón tuvo una parte, muy personal, dedicada a su madre, allí presente, escuchando, con el debido y justo orgullo, a una de sus dos hijas. En ese canto a la familia, al modo en que creció, rodeada de los suyos, en este rincón del mundo, nos acercó a su propia vida y ser, con naturalidad y una cercanía digna del mayor elogio.

En todo caso el pregón en cuestión ha de entenderse como el punto de partida de una celebración en la que la Cofradía de la Vera Cruz de O Carballiño ha puesto todo su saber y experiencia; también, por supuesto, una ilusión compartida por todos sus cofrades, con Rafael Melero al frente. Allí, estaba, también, la Coral de Ruada, acompañando a la pregonera y a la celebración de la misa, presidida por el párroco, don Jorge Juan Pérez Gallego. 

Un concierto, que respondió al título de “Sonidos Cofrades”, completó, ya en la tarde, esta jornada inaugural. Fue la Banda de Música Nuestra Señora de la Misericordia de Viveiro la responsable del desarrollo de un programa en el que la mayor parte de lo escuchado fue compuesto en fechas posteriores a 2010, un dato que no deja de ser un exponente más del notorio impulso que, en los últimos quince años, ha tenido la celebración de la Semana Santa en las distintas partes de Galicia. 

Pregones, cofradías, procesiones, también, por supuesto, santos oficios, forman parte de un culto, y una cultura, revivida, año a año, haciendo de la tradición, por qué no, un presente que invita a sentir, desde el corazón y la creencia, lo que fue la muerte y resurrección de Cristo.