Opinión

Sobre la nueva oficina económica de la Xunta

Hoy conoceremos la composición de la nueva Xunta. Al igual que usted, nada sé de los cambios que introducirá el Presidente. Lo que sí sé es que la creación de esa nueva oficina económica anunciada es una muy buena idea. Y que su éxito dependerá del cumplimiento de tres condiciones.

La primera tiene que ver con la persona que se nombre al frente. Hace falta un perfil muy alto; que no va a ser fácil de fichar, porque las retribuciones que se manejan en la Xunta son bajas. Necesitamos a alguien con capacidad estratégica, conocimiento del funcionamiento de la administración, sin miedo a mover los marcos. Necesitamos a alguien que se ilusione con la idea y que le den manos libres para actuar. Se me ocurre algún nombre de mujer.

La segunda condición es que esa persona debe contar con todo el apoyo del Presidente. Los Conselleiros y sus equipos deben aceptar y asumir que esa nueva oficina va a agitar de vez en cuando su espacio de competencias. Aun así, deben recibirla con espíritu constructivo y cooperativo.

La tercera es que su filosofía de trabajo debe gravitar sobre dos conceptos-fuerza. El primero es “puntos de dolor”. Hay que ponerse en la piel del administrado e identificar todos los trámites burocráticos que acaban siendo un suplicio para empresas y particulares. El segundo es “experiencia piloto”. Hay que diseñar soluciones a cada uno de esos puntos de dolor y ensayarlas antes de generalizarlas. Porque es muy habitual que lo que parece una buena idea, no lo sea tanto, o requiera readaptaciones. Es un error generalizar antes de probar. Como lo es pensar que todo se arregla con el derecho administrativo y la promulgación de una nueva ley.

Suerte a la nueva Xunta en la tarea.