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Aburrió hasta a las ovejas

El añorado Winston Churchill acuñó frases memorables a lo largo de su intensa vida. Una de las más conocidas es aquella de que “existen tres tipos de personas, las que se preocupan hasta la muerte, las que trabajan hasta morir y las que se aburren hasta la muerte”. Dicen de él que, arrinconado en su mansión de campo, alejado del mundanal Londres, casi en absoluta soledad y lejos de la vorágine política que le mantuvo en primera línea de fuego durante casi toda su vida, oteando desde la ventana de su despacho la campiña inglesa, suspiró y dijo ¡¡Qué aburrimiento!!... poco después falleció. Viene esta cita a cuento por el debate de ayer en el Senado entre los líderes del gobierno y la oposición. Y surgen preguntas inevitables: ¿puede considerarse un debate político si el tiempo de intervención de ambos participantes es notablemente dispar? Pedro Sánchez, realizó este martes prácticamente un monólogo en el que durante la primera parte se limitó a ofrecer propuestas ya conocidas, un reflejo de la situación de España que los ciudadanos conocen mejor que nadie y que INE y EPA también se encargaron de transmitir con rigurosa puntualidad mes tras mes, además de centrarse en los ataques, como era previsible, al líder de la oposición, usando Galicia y la gestión de Feijóo al frente de la Xunta durante trece años. Todas discutibles por la legitimidad de las cuatro mayorías absolutas que recibió de los gallegos, frente a ninguna de su oponente, Feijóo tuvo escasos minutos de réplica, quince en cada turno de palabra, presentó cinco propuestas de ahorro energético del PP y, fuera de eso, también se limitó a confrontar a Sánchez. La única conclusión que quedó clara es que no hay un acercamiento posible entre ambos líderes, que nunca lo habrá tampoco entre sus partidos mientras ambos estén al frente y que el ‘no a todo’ es una manida frase que ambos llevan por bandera. Si algún sufrido ciudadano lo siguió en su totalidad, habría que premiarlo por su paciencia jobiana. Es imposible que si este debate estaba dedicado a los ciudadanos, tal y como proclamó el presidente del Senado, estos hayan prestado atención más allá de los primeros momentos de intervención de Sánchez y los veinte escasos primeros minutos de Feijóo. Y en el segundo turno del líder socialista, mejor no hablar. Se le fue de las manos. Nada menos que otra hora empleó para responder a una quincena larga de intervención de Alberto Núñez. Resumen para la historia: bla,bla,bla. Siempre lo mismo. ¡¡Qué aburrimiento!!

07 sep 2022 / 01:00
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