Ahora se trata de sobrevivir

EL AYUNTAMIENTO de Santiago afirma estar dispuesto a estudiar la posibilidad de que los hosteleros puedan instalar estufas en el exterior de sus locales con el fin de que el sector pueda capear mejor el chaparrón que se les viene encima, con la llegada del invierno, tras un verano flojísimo. Como bien ha señalado a este periódico el concejal Sindo Guinarte, nos encontramos en una situación excepcional y no es el momento de ponernos estupendísimos con la defensa del clima, sino de intentar que cientos de locales puedan sobrevivir con dignidad hasta que el coronavirus quede arrinconado, batalla que aún puede durar muchos meses. Lo malo es que la interesante propuesta de la hostelería compostelana, el sector económico más potente de la ciudad, llega en un periodo en el que otras muchas ciudades europeas están vetando ya el uso de calefactores exteriores debido a la contaminación que producen, aunque a buen seguro bastantes echarán marcha atrás y aplicarán dichas medidas cuando la clientela pueda volver a ocupar, sin restricciones, el interior de los locales. Luchar contra el cambio climático debe ser una prioridad de todos los gobiernos avanzados, pero este no es el momento de tomar medidas drásticas en torno a cuestiones de calado tan menor como el de las estufas que tanta vida y atractivo han dado, en las últimas décadas, a miles de terrazas de París o Rennes, por poner solo dos ejemplos de ciudades supercalefactadas. En este sombrío 2020, con el invierno ya encima, todos los esfuerzos deben ir dirigidos a evitar el cierre de negocios, a mantener el empleo y a frenar la caída del PIB, por supuesto sin descuidar las responsabilidades que a todos nos atañen a la hora de poner coto al virus. ¿Estufas en las terrazas? Ahora se trata de sobrevivir, así que bienvenidas sean.

BEATRIZ CASTRO/Periodista