Hay que tomar medidas drásticas

muchas veces es necesario adoptar medidas tajantes para solucionar, o al menos intentarlo en serio, problemas que acaban enquistándose en el tiempo o acaban volviéndose crónicos sin que nadie los resuelva. Por eso hay que aplaudir la decisión del doctor Antonio Pose, jefe de Medicina Interna del CHUS compostelano, de dimitir de su cargo como medida de protesta por la escasez de especialistas que arrastra este servicio desde el año de la polca pese al esfuerzo descomunal que fue necesario hacer, y se hizo, durante los tiempos más duros de la pandemia. Ahora, aunque el tema ya no nos preocupa tanto, todos los indicadores señalan que estamos a las puertas de una nueva oleada de infecciones por covid y dicho servicio, que siempre estuvo en primera línea, necesita contar con al menos ocho especialistas más para atender de una forma decorosa a los enfermos, pero el tiempo va pasando y el hospital sigue en cuadro. Si a eso le sumamos que llega julio y que los sanitarios tienen la extraña costumbre de querer coger vacaciones, la tormenta perfecta está servida en el CHUS. De todas formas, ojalá se tratase de un problema centrado solo en el complejo santiagués y en un servicio determinado, pero por desgracia no es así. Otras muchas especialidades, en hospitales de toda España, están infradotadas, como llevan denunciando desde hace mucho tiempo los médicos de Primaria o Urgencias, y el hartazgo es tal que el sistema podría estallar de un momento a otro. Claro que hay que tomar medidas drásticas. Y otros muchos jefes de servicio deberían plantarse para hacer reaccionar a quienes nos gobiernan.