Invertir en vivienda para una vida mejor

Una casa bien construida y aislada es un tesoro. Es ahorro energético y salud. En la era del bum del ladrillo que acabó llevando a que reventase la burbuja inmobiliaria –con una gran ayuda , de la especulacion y la avaricia financiera– se construyó mucho, mucho... y no en pocas ocasiones mal. Además, hablamos de un altísimo porcentaje de inmuebles que vienen de antes, con más de medio siglo de antigüedad (el anterior despegue de los setenta) que llegan con la necesidad de una rehabilitación urgente que adapte la calidad de vida que pueden aportar a los estándares del siglo XXI. Humedades, pérdida de calor por los ventanales, fachada y donde la placa se junta con las paredes... además del riesgo para la salud que suponen estos ambientes, en la época actual el revestir bien un inmueble y elevar su blindaje frente a las inclemencias meteorológicas, al frío, al calor y al agua, permite ahorrar dinero, mucho dinero. Es dejar de gastar entre decenas y cientos de euros al mes en calefacción o aire acondicionado, que en la actual época de precios terroríficos de luz y gas convierten la inversión en aislamiento y aparatos eficientes en algo fundamental. En la Xunta lo saben, y por ello y apoyados en los fondos Next Generation, moviliza desde la próxima semana la mayor inversión en ayudas para rehabilitar movilizada nunca. Es de recibo, porque facultarán una vida mejor.