La decisión del papa Francisco

La diplomacia del Vaticano tiene acreditada fama en todo el mundo por su forma de proceder. En los momentos decisivos, mantiene la calma y el sigilo. Así abordará el relevo del arzobispo de Santiago, monseñor Barrio, al que le llegó la edad de retirarse y dejar su mitra a quien pueda sustituirlo con todas las garantías que este importante puesto dentro de la Iglesia Católica requiere. El entorno papal así lo entiende y ya trabaja desde su mutismo acostumbrado en la búsqueda de ese religioso al que le tocará llevar a buen puerto todos los proyectos abiertos en la sede compostelana, sobre todo la preparación del próximo Año Xacobeo en 2027. Precisamente, si se demoró la marcha de monseñor Barrio fue por la celebración extraordinaria de un Xacobeo bianual que el Vaticano autorizó para compensar el tiempo perdido por la pandemia del coronavirus. Entre los nombres que se barajan para convertirse en el nuevo arzobispo de Santiago están monseñor José Rodríguez Carballo, persona muy próxima al papa Francisco; monseñor Francisco Prieto, obispo auxiliar de Compostela; monseñor Alfonso Carrasco Rouco, obispo de Lugo y sobrino de Antonio María Rouco Varela –que ya ocupó esta plaza–, y monseñor Jesús Fernández, actualmente obispo de Astorga.

A la Iglesia romana le corresponde ahora, sin prisas pero sin pausas, tomar una decisión de la que estará pendiente toda la Iglesia española, pues la importancia y la influencia del arzobispado de Santiago trasciende los límites de la comunidad gallega. Se puede decir que al nuevo arzobispo le tocará marcar la hoja de ruta de la Iglesia gallega a nivel pastoral, ecuménico y hasta político, pues deberá también rediseñar el lugar que quiere jugar en el futuro en la sociedad y relanzar las relaciones con los poderes de la autonomía. Esperamos la palabra del papa Francisco.