Una senda de esfuerzo que concluye al fin con éxito y reconocimiento

un proyecto ilusionante transformado en apuesta decidida convirtió una candidatura en realidad. Ahora las rutas por Ribeira Sacra, Serras do Oribio y Courel nos sabrán mejor, pues al fin la Unesco ha reconocido su gran belleza natural e inmensa riqueza cultural en favor de su protección, conservación y sostenibilidad. Catalogada oficialmente como Reserva de la Biosfera, el verdadero camino, no obstante, lo emprendió la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda que, liderada por Ángeles Vázquez, impulsó este nombramiento hasta lograrlo. Tras su trabajo minucioso, que se hizo patente cuando solamente la iniciativa gallega quedó en pie en toda España, hogaño se consuma el éxito: un fruto indiscutible, además, de la labor de los demás entes y administraciones implicadas, como las diputaciones de Lugo y Ourense, con José Tomé y Manuel Baltar al frente.