Varas de medir según cada caso

debate Es un clásico. El control de las aglomeraciones de personas para evitar la propagación del coronavirus marca la política de las autoridades, tanto en lugares públicos como establecimientos hosteleros u otro tipo de locales. Sin embargo, el empeño por la vigilancia es diferente según se trate de una circunstancia o de otra. Un concierto de la banda de música de Santa Cruz de Rivadulla en la plaza compostelana de A Quintana sorprendió por la asistencia masiva de público, un deleite que hacía difícil a los presentes mantener la distancia de seguridad. El hecho de que numerosos ciudadanos se deleitasen con la interpretación musical a plena luz del día no derivó en ninguna actuación de las fuerzas del orden público. En cambio, otro tipo de celebraciones en la calle y en locales de ocio nocturno si acaban por generar intervenciones policiales. Las reuniones de estudiantes en la noche compostelana, sobre todo en días señalados como el jueves, serán una constante con el arranque del curso académico. Ponerle freno por parte de las autoridades a los denominados botellones serán otra constante. El comportamiento de la sociedad ante la pandemia llegó a un punto marcado por la relajación. Pero, administraciones y autoridades sanitarias siguen en alerta porque cualquier paso en falso puede acabar en una nueva ola. Sea como fuere, no puede haber dos varas de medir.