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Reseña Musical

Bartolomé de Olagüe, rescatado por Andrés Díaz Pazos

    Dudas y encomiendas desde el legado del pasado con el añadido de posibles alicientes de indagación, es el resultado del trabajo de investigación del musicólogo Andrés Díaz Pazos, cabeza visible del “Grupo 1500”, dedicado al período histórico en el que se centran y que con regular frecuencia, podemos seguirles en certámenes y festivales, además de promover iniciativas como “De Lugares e Órganos” o el añorado “Espazos Sonoros”, formación que se manifiesta con el manejo de instrumentos de época: sacabuches, flautas renacentistas, chirimías, arpas, violines barrocos, guitarras renacentistas, vihuelas y voces. Una idea que recordamos, por su trascendencia, fue la charla-concierto, con música en vivo, dinamizada por el propio Andrés Díaz- vihuela, flautas e instrumentos de viento; Belén Bermejo, canto y organetto y Víctor Blanco, guitarras renacentistas y barrocas y arpa, o los trabajos desarrollados a partir de fundamentales cancioneros, desde el Musical de Palacio, al del Duque de Calabria o las Cantigas de Sta María de Alfonso X “El Sabio”.

    Andrés Díaz Pazos destapa por esta vez el tarro de las esencias para sorpresa entre especialistas por esta indagación en la figura de Bartolomé de Olagüe. Partimos en principio de personajes cuya importancia dejó registro en los anales de la Catedral de Santiago, en lo que se refiere a los maestros de capilla, nombres que nos llevan Jerónimo Vicente, continuador en el cargo Periañez y Carreira, en 1637, procedente de Calahorra (La Rioja), con un salario entonces de 800 ducados, con obligación de asistir al facistol y residir en el coro. Tras este maestro de capilla, llegarán Diego Pontac (1644/7); procedente de la Catedral de Granada; Bartolomé de Olagüe (1651/8), que lo era de Burgos, al que seguirá Martín Serrano (1659/1665), instrumentista de la propia Catedral compostelana y Diego Verdugo (1665/ 1680), maestro de capilla llegado de las Descalzas Reales de Madrid a los que tomará el relevo por la importancia en cuanto a lo que supuso el cambio de estéticas hacia el barroco, José de Vaquedano, quien en 1680, ejercía labores similares como interino de las Descalzas Reales, en Madrid, elegido en la Catedral por las excelentes impresiones recibidas.

    Otros son los vericuetos que consigue ofrecernos la labor indagatoria de Andrés Díaz Pazos, quien nos acerca a un desconocido Bartolomé de Olagüe, cuyo hallazgo pone de relevo la importancia de los centros eclesiásticos gallegos y el consiguiente dinamismo cultural que de ellos emanaba, como el monasterio de Sobrado dos Monxes, con consecuencias halagadoras como el hallazgo de una obra de un compositor conocido o piezas anónimas ocultas bajo legajos de algún archivo eclesiástico, e incluso alguna colección de piezas ignoradas. Lo que no es tan frecuente, es que se descubra un creador con obra tan abundante, y eso acaba de suceder en el Congreso da Sociedade Española de Musicoloxía, revelando tal material de un compositor barroco gallego del que no se tenía noticia, clérigo organista y maestro de capilla, fallecido en 1658, quien tras pasar por iglesias menores, y de formarse como niño cantor, en Burgos, recalará en Compostela, proveniente de Burgos, en donde ejerció entre 1643 y 1651. Por otra parte, existe un manuscrito en la Biblioteca Municipal do Porto, que conserva una de las principales colecciones de música de tecla ibérica de la Península, fuente importantísima para el conocimiento del período de los siglos XVII/XVIII, se trata del “Libro de Cyfra adonde se contem varios Jogos e Versos e Obras, e outras curiosidades de varios autores”, que reúne obras de varios compositores de la época y un tercio de ellas, quedan atribuidas a Bartolomé de Olagüe.

    Algo no encajaba a los especialistas, ya que creían que la música del manuscrito era demasiado moderna para ser compuesta por un músico fallecido en 1658, debía pues de existir algún error de atribución. Para Andrés Díaz, con toda seguridad, el músico fue formado con Benito de Alaraz, en la Catedral de Santiago, quien también lo había hecho en Burgos y es aquí donde comienza la investigación encontrada en el Arquivo do Reino de Galiza, sobre documentos que testimonian la existencia de otro Bartolomé de Olagüe, hijo del primero. Revisando la documentación de Sobrado dos Monxes, encuentra el investigador el expediente de un organista del monasterio, que hace constar que era hijo de Bartolomé de Olagüe, maestro de capilla compostelano y la búsqueda de la partida de bautismo resultó complicada, ya que en el documento, de agosto de 1652, aparece como hijo de Melchor López de Prado y de María Rodriguez- solteros-,y en consecuencia, no podía figurar como hijo de un clérigo. Este Olagüe estuvo protegido por el ambiente de los músicos y su padrino fue un menestrel de la Catedral, con los informantes de limpieza de sangre, a la sombra de un padre siempre presente. Con seguridad fue formado en la Catedral por Benito de Alaraz, compostelano que trabajara en Burgos. Es seguro que en esos cuarenta años de las piezas que aparecen en la Porto, y que se atribuían a su padre, le correspondan a él.

    El origen gallego del Manuscrito de Porto, descubierto por Andrés Díaz Pazos, es de enorme relevancia, por el hallazgo de un nuevo material que añadir a la nómina de compositores gallegos y una demostración de la procedencia gallega del mismo. Un manuscrito escrito en portugués aunque todas las piezas incluidas en él, pertenezcan a compositores que trabajaron aquí, José Urroz, en Santiago; Juan Correa, en Tui; Andrés de las Cuevas, en Ourense...lo más probable es que ese manuscrito fuese copiado por algún monje o un organista que andaba por Galicia y que lo llevó a Portugal, de vuelta. Sabemos de dos monjes portugueses que estuvieron en Sobrado dos Monxes, frey Jacinto Valverde y frey Diego Valverde. Los datos biográficos de este Bartolomé de Olagüe, otorga cauce para un relato fantástico digno de la pluma de un heredero imaginativo del incansable Umberto Eco, quizás alguien se anime y en todo caso, Andrés Díaz Pazos queda a su disposición.

    06 dic 2021 / 01:00
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