Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Benedicto XVI

    ACABANDO el año 2022, el día 31 de diciembre, nos dejó el papa Benedicto XVI, cumplidos ya los 95 años y tras casi 10 como papa emérito de la Iglesia Católica en la que, históricamente, sólo se registran dos renuncias al solio pontificio en las personas de Gregorio XII, en el año 1415, y, con anterioridad, la de Celestino V en el año 1294.

    La figura de Benedicto XVI, quien sucedió en el papado a Juan Pablo II que se había mantenido en el gobierno de la Iglesia católica durante más de veintiséis años, se revela como la de un intelectual de la máxima altura, al que se llega a situar entre los papas más destacados a nivel doctrinal de los últimos siglos de nuestra Era.

    La verdad es que su trayectoria académica y su elaborada doctrina eclesial de la que, sin duda, son muestras elocuentes sus tres encíclicas –Deus caritas est (Dios es amor), Spe salvi (Salvados en la esperanza, esperanza cristiana) y Caritas in veritate (Caridad en la verdad, de carácter social)– vienen a poner de relieve sus profundos conocimientos teológicos y, al propio tiempo, la valentía, no exenta de la mansedumbre tan característica en él, con la que hubo de afrontar los graves y delicados problemas a los que debió hacer frente la Iglesia Católica en los últimos tiempos.

    Particular mención debe merecer su humilde reconocimiento de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y personas consagradas de la Iglesia Católica y la solicitud de perdón que formuló por ello, lo que lo sitúa en la línea más esencial y auténtica del mensaje evangélico que trajo al mundo Jesucristo.

    Este papa, nacido el 16 de abril de 1927 con el nombre de Joseph Aloisus Ratzinger, que fue con anterioridad arzobispo de Múnich Frisinga, ya destacó en el Concilio Vaticano II como un extraordinario teólogo que asesoró en dicha reunión eclesial al, entonces, cardenal Frings, recibió la púrpura cardenalicia en el año 1977 y fue llamado al Vaticano posteriormente, donde desempeño altos cargos en la jerarquía de la Iglesia Católica.

    La persona y la obra de Benedicto XVI deben figurar en la historia de la Iglesia Católica con un singular relieve, en función tanto de la riqueza doctrinal que proporcionó su magisterio como de los difíciles tiempos que le tocó afrontar con la imprescindible renovación eclesial de acuerdo con el tiempo presente pero dentro, siempre, del marco de riguroso respeto a principios básicos y esenciales del mensaje cristiano.

    No hubo de ser tarea fácil para el papa emérito recién fallecido afrontar esos re-tos, pero no cabe duda que tanto su in-
    cuestionable formación intelectual como su bien acreditada virtud personal, de la que emanaba una humildad admirable, hubieron de ser factores que propiciaron tanto su supremo magisterio eclesial durante casi ocho años de pontificado activo como, igualmente, su ulterior presencia, respetuosamente pasiva, en un período
    de tiempo que vino a ser superior al de su ejercicio como cabeza de la Iglesia Católica. Pienso que será un papa al que no desconocerá la historia.

    17 ene 2023 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito