Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Biden incomoda a Dublín

    EL día de San Patricio, con el gran desfile de Nueva York, llevó a algunos a proclamar en los EE. UU. que el 17 de marzo “todos somos irlandeses”. No pocos presidentes –concretamente veintidós– que han gobernado USA, han tenido antepasados irlandeses. Entre los que firmaron la Declaración de Independencia, no pocos eran inmigrantes o descendientes de inmigrantes provenientes de Irlanda.

    Cerca de 40 millones de estadounidenses se consideran descendientes de irlandeses, y así podríamos seguir buscando testimonios de una relación histórica intensa, hasta el punto de que el hoy presidente, Biden, puede calificarse como “el más irlandés de los presidentes”, con siete décimas partes de su sangre vinculadas a la isla.

    Pues bien, el nuevo Gobierno americano está moviendo la vasija de los impuestos, promoviendo una tributación mínima sobre los beneficios de las sociedades, como ya comentamos hace días en estas páginas. Empezó sugiriendo un tipo del 21 por ciento, que ya está ahora, en aras del consenso y de aproximar posiciones con la Unión Europea, en torno al 15, cifra que a Irlanda todavía le parece muy alta, habida cuenta del 12,5 que allí rige.

    No se trata tan sólo de garantizarse unos ingresos muy importantes, en Estados Unidos, pero también en Europa y otras latitudes, sino también de dificultar la evasión fiscal de numerosas multinacionales, con pertinaz tendencia a localizarse en Luxemburgo, los Países Bajos, Irlanda, Singapur, Hong Kong o las Bermudas, entre otros paraísos.

    En todo caso, si se llega a establecer esa imposición mínima, se habrá dado un paso de gigante, para detener la tendencia competitiva a la baja global de los tipos. No es el momento ahora, en que debemos centrarnos en la recuperación, pero la hoja de ruta está, en este punto, muy bien señalizada. Y si llegado el caso, algunos se muestran recalcitrantes –incluso sabiendo que sus arcas públicas van a mejorar–, existen instrumentos para hacerles entrar en razón, como son los aranceles de represalia.

    En esto, como en algunas otras cosas, el veterano Biden actúa sin complejos, adelantando por la izquierda –moderada– a Clinton y a Obama. El “célebre desconocido” no renuncia a la mundialización, pero la quiere “menos salvaje”. Le miraban como el torpe que camina inseguro y ha salido un desafiante defensor de las clases medias. ¿Un nuevo sheriff en la ciudad? Desde luego, no va a ser el juez de paz.

    02 jun 2021 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito