Cartas y arte postal
La tradicional costumbre de enviar cartas, de comunicarse por medio de la escritura y el papel, ha caído en desuso para dar paso a la relación entre personas a través de otro tipo de medios, mas rápidos y fríos. Palabras, frases corrientes en compañía de imágenes o sin ellas acostumbran a dar por cerrado el mensaje al destinatario. Las cartas manuscritas, regalos que incluyen el tiempo del remitente, el pensamiento reposado, la calma a la hora de transmitir los contenidos, han pasado a un plano casi inexistente. La decisión de situarse ante una cuartilla de papel en blanco e iniciar la acción de escribir, de contar, de transmitir, es toda una declaración de intenciones, que quizás debiéramos recuperar.
En ese aspecto, e insistiendo en los beneficios de ese modo de compartir cavilaciones e ideas, recordemos que en la década de los sesenta, en el ámbito del arte, se creó una pionera y extensa red de comunicación e intercambio entre artistas, un medio de expresión de ámbito global, en el que la libertad artística, la intención reivindicativa de los autores y hasta subversiva formaba parte de los fines. El Arte Postal, o Mail Art, fue un medio de relación, sin ánimo de lucro, independiente, al margen de galerías y museos, de contenidos plurales y hasta críticos, de elevado espíritu de libertad tanto en la técnica como en los materiales. Especialmente notorio a partir de 1962 cuando el artista Ray Johnson crea la New York Correspondance School , a la vez participante de los fundamentos del arte conceptual. Con ella sintonizaron los artistas de Fluxus, de otros países: On Kawara, Liliana Porter, Clemente Padin, o Guillemo Deisler. En España, fueron pioneros de esa tendencia Esther Ferrer, Ramón Barce y Juan Hidalgo tempranamente desde el grupo ZAJ (1964), en sincronía con las acciones del movimiento en otros puntos geográficos.
El apogeo del Mail Art se mantuvo a lo largo de los setenta; postales, collages, objetos, poemas, consignas y mensajes enviados, están determinados por el correo y por ese medio, y llegan a su destinatario modificados por sellos, roturas o tampones que ayudan a dar por finalizada la obra. Sin embargo, el Arte Postal tuvo su origen en las primeras vanguardias artísticas del siglo XX: Dadaísmo, Futurismo y Surrealismo. Determinados artistas de dichos movimientos utilizaron esa vía de intercambio, dando a sus obras un tinte lúdico y divertido. El artista alemán Kurt Schwitters creador del término Merz con el que denominaba sus creaciones, incluía en sus collages trozos de sobres, sellos, adhesivos de corcho, y Marcel Duchamp realizó en 1916 con cartones y una máquina de escribir la Cita del Domingo 6 de febrero en el Museo de Arte de Philadelphia, que ya se puede considerar como una de las primeras obras de Mail Art.
Los elementos integrantes del Arte Postal, cumplen una función comunicativa, al tiempo que configuran la obra. Soportes atípicos y, en algunos casos, postales y tarjetas con la correspondiente aportación de información manuscrita se pueden también entender en su conjunto como especiales libros que pueden llegar a formar series o como collages de restos de otras postales. El artista francés Jean Larcher enviaba escogidas postales, en distintas fechas y salteadas, a un destinatario quien tendría que esperar a la recepción de todas ellas y así completar un previo texto o una idea. Y en lo que afecta a los libros, surrealistas y futuristas tuvieron experiencias en este tipo de trabajos que podemos apreciar especialmente en las revistas de vanguardia al estilo de lo que hoy entendemos por libros de artista, en donde texto y imagen tenían una importancia semejante.
Una cuestión a resaltar es la que atañe a los valores táctiles siempre importantes e incluso, a veces, más que el contenido. Al ocupar el lenguaje un segundo lugar en lo que atañe a la comunicación, el mensaje se vuelve entendible en los signos y es universal. En ese contexto del Mail Art, específicas revistas, de pequeñas tiradas y métodos de impresión artesanal o realizadas en base a fotocopias, entendidas como objetos artísticos, cumplieron diferentes funciones, y en cuanto a la poesía experimental, fue frecuente su inclusión en dichos soportes.