Cien años de ‘Ulises’
CIEN años llevan los lectores más intrépidos y valientes enfrentándose a Ulises, la gran novela publicada por el genio irlandés James Joyce en 1922. Y, aun así, no ha sido tiempo suficiente para desentrañar todos sus misterios, descifrar sus múltiples significados, o identificar la infinidad de recursos literarios que atesora.
Ahí radica la grandeza de la buena literatura en general, y de una novela joyceana en particular que siempre merece la pena releer, aunque sólo sea por la oportunidad que nos brinda de descubrir algo nuevo en ella. Hablamos de uno de los textos literarios más imponentes y relevantes de todos los tiempos; una obra de las más debatidas, estudiadas, criticadas y ensalzadas, justo como a Joyce le hubiera gustado dada la bravuconería que le caracterizaba.
Constituye un volumen al que todo el mundo alude, que figura en las listas de los libros más vendidos, y que luce en las bibliotecas de todo el orbe y en las estanterías de infinidad de hogares, pero que muy poca gente ha leído.
En buena medida, la culpa debe recaer en tantos críticos literarios que se empeñaron en enfatizar su dificultad, en presentarla como una lectura para eruditos, o en airear su frustración analítica con pasajes y capítulos epifánicos. Incluso en Galicia, donde James Joyce fue muy pronto acogido, aplaudido y traducido por los intelectuales de la Xeración Nós, Vicente Risco no pudo evitar reconocer que “Ulises fue más fuerte que yo”.
Durante este año verán cuánto se dice y escribe sobre una novela y un autor que en su momento fueron denigrados, despreciados y censurados. El ámbito académico organizará múltiples eventos; la Irlanda natal del escritor se volcará en aquél al que un día ignoró pero ahora venera; y también en España nos sumaremos a la efeméride.
Todas estas conmemoraciones rendirán culto a una novela que es más que una creación narrativa brillante capaz de satisfacer los gustos literarios más exigentes, porque también representa una bella reflexión sobre esa condición humana que trasciende el Dublín del 16 de junio de 1906, día en el que transcurren los eventos que en ella se describen.
Los lectores de Ulises distinguen la complejidad de sus personajes en tanto que recreaciones de los deseos, las frustraciones, las miserias, las obsesiones, y las limitaciones de los seres humanos, hombres y mujeres a la par. Lo mucho o poco que puede acontecer a lo largo de un día está en una novela que nos habla de relaciones afectivas, sexuales, familiares y laborales, pero también de política, religión, cultura, economía, y hasta de la naturaleza.
Vida y muerte, humor y tragedia, celebración y duelo; todo tiene cabida en la vida cotidiana de tres protagonistas principales: un joven veinteañero, un hombre de mediana edad, y la esposa de éste, a los que el sabio irlandés supo inmortalizar, en más de novecientas páginas, como exponentes de las miserias y las grandezas de la esencia humana.