Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Desdigitalizarse

    INTENTAN los dedos presionar en vano los dígitos... Son tan pequeños..., y luego, el lío, este complicado sistema que unos pocos diseñan a veces mirándose el ombligo, más que a quienes han de servir o ayudar. Los ancianos dedos no entienden muy bien, pero el banco, el sistema financiero, ahora parece obligado pues ya no se pueden pagar las facturas como antaño, con la mano. Todo depende de complejos sistemas entrelazados y ahora ese conjunto se ha volcado en Internet...

    Quien no entra por la puerta virtual nada tiene que hacer. Los gobiernos y empresas, hasta en los ámbitos más elementales, van dejando todo en manos de sistemas informáticos... Sus diseñadores a menudo no imaginan cuánto se sufre al perderse uno en esos laberintos digitales, en esas páginas donde uno quiere resolver un problema y no sabe o bien, simplemente, no funciona porque está mal diseñado. Muchos elementos complicados, otros torpes, enmarañan nuestras vidas y lo que antes era fácil ahora se torna enmarañado.

    Andoni Alonso declara en su libro El desencanto del Progreso que “cuanto más densa es la tecnología y los dispositivos que rodean la vida cotidiana más probable será que se eleven las voces críticas.” Y es que ahora casi todo el mundo ha sufrido esas aplicaciones o páginas en la red que nos atrapan –peces ahogados– y nos hacen perder horas para minucias que en absoluto nos interesan. Los programadores que diseñaron aquello son los nuevos e invisibles culpables de una nueva Inquisición de la que ni siquiera nos damos cuenta.

    Basta navegar por algunos buscadores para ver cómo el navegante que busca no solo es buscado, sino que es encontrado, y se le extraen infinidad de datos, información con la que luego jugarán otros, para comprarnos y vendernos, tal vez para que un sistema político de entramados pueda controlarnos o neutralizarnos. Basta ver cómo se están aplicando en algunos países orientales estas invenciones.

    No siempre son necesarias. Cuando en mi universidad se ponían las calificaciones a mano se tardaba mucho menos que ahora con los ordenadores. ¿Qué se ha ganado con la digitalización? Eliminar muchos puestos de trabajo, administración, sobre todo. Si esto fuera más eficiente no habría objeciones, pero a veces entorpece hasta grados intolerables. Apenas nadie niega hoy la importancia de saber manejarse entre las teclas que ahora mis dedos pulsan veloces, certeros, arrojando ideas.

    Europa está subvencionando el paso al mundo digital, a la pantalla, como si fuera la única puerta de salida a nuestras crisis, pero habría que desdigitalizar lo que no es necesario arrojar a ese mundo virtual y controlar a los controladores, hacer que sean sistemas eficientes y no obligadas herramientas para quien no las necesita ni desea. Los analfabetos digitales y una nueva mendicidad digital crecen y se rebelan, aunque todavía la ola crece sin apenas resaca.

    01 nov 2022 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito