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EL PSICÓLOGO CUENTA

Televisión por cable

    la idea de una relación específica entre partes aisladas del cerebro con determinadas funciones ha sufrido varias desventuras a lo largo de la historia pero aún así no deja de retomarse cada vez que parecemos necesitar un explicación rápida para algún tipo de conducta sorpresiva o inconcebible, generalmente algo que nos causa una ansiedad y una angustia tal que parece activar automáticamente un modo teleológico en nosotros, empujándonos a hacer o decir algo sobre ello cuanto antes. Sabemos que la neurofisiología procuraba, en sus comienzos, "localizar" determinadas funciones psicológicas en algunas zonas de la sustancia cerebral, apoyándose en los síntomas y signos observados en pacientes con lesiones anatómicas del sistema nervioso, o en el estudio de los efectos producidos en algunos animales por la lesión experimental de determinadas zonas. Las modernas técnicas que exploran las actividad eléctrica o metabólica en distintos lugares del encéfalo, durante el ejercicio de funciones diversas, o durante el desarrollo de estados de ánimo, sin duda condujo a un progreso sustancial, pero a menudo se comete el error de establecer deducciones y relaciones un tanto simplistas como las que leemos en titulares del tipo "descubierto el centro cerebral de las buenas notas", o "hallada la anomalía estructural del cerebro de un asesino"... Cuando alguien me dice que su depresión y sus rumiaciones son culpa de su "prefrontal subcalloso" o algo por el estilo, le digo que puede ser que algo tenga que ver, pero que de todos modos siempre he pensado que cuando desconecto el enchufe de la televisión de la fuente de alimentación que le provee energía eléctrica, y de pronto cesan las imágenes y las voces que aparecían en la pantalla, no cesan porque las imágenes y las voces estuvieran en ese enchufe. Por supuesto que el enchufe y otras partes de la televisión son necesarias para que yo pueda ver y escuchar esas imágenes (podríamos decir que son mediadores o intermediarios), pero las imágenes, el contenido, la trama no están en el enchufe. En el terrero de la neuropsicología supuso un cambio y un avance fundamental el trabajo de Alexander Luria, y en especial su libro El cerebro en acción. Se pudo reemplazar paulatinamente la teoría acerca de las localizaciones cerebrales por la idea de sistemas funcionales complejos diseminados en la enorme red formada por el conjunto entero de células del sistema nervioso. Una red en permanente cambio y que debemos considerar a su vez, intrincada inevitablemente en muchas otras redes y sistemas, internos y externos, sin los cuales no habría función ni sentido.

    01 oct 2019 / 21:15
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