¿El futuro de Vigo?

MUNICIPAL No son muchas las posibilidades que las encuestas (y el día a día en las calles) le otorgan al Partido Popular en Vigo. Abel Caballero tras muchos años de sonoros fracasos electorales logró, desde el poderoso escaparate que representaba en aquellos momentos el Puerto (con mayúsculas), fortalecerse en una especie de ciudad-estado, al estilo de Francisco Vázquez previamente en A Coruña, y ahora no hay quien le tosa. Incluso lo que se inició como una soberana tontería, la de luces navideñas, le dio tanto rédito que este año estrenará el villancico-party.

Además la historia de los populares vigueses fue siempre un relato de enfrentamientos, traiciones, desavenencias... que les hizo hundirse en el fango municipal: sus últimos candidatos salieron todos trasquilados pese a la solvencia anterior de algunos.

Ahora parece que el partido se lo toma más en serio y que tratará de revertir la situación a pesar de que saben que, por lo menos, les espera una travesía por el desierto árido de la oposición de varios años. Al menos lo que queda y la legislatura que viene.

La decisión de Alfonso Rueda de situar a Julio Garcia Comesaña como coordinador del partido en Vigo va en serio. Tan en serio que parece ser una apuesta personal de Alberto Núñez Feijóo. El conselleiro de Sanidade se está mostrando como un político de peso y solo se plantean dos dudas. Una, si estará dispuesto a pilotar la nave contracorriente y la otra, el papel que le tocará jugar a Marta Fernández-Tapias. Los dos son jóvenes, pero estar en la oposición desgasta mucho más que sentarse en el sillón de mando.

Y Abel es perro viejo en el mundo de la política. a.trabanca