El Gobierno de Feijóo

CORRESPONDE al presidente de la Xunta la creación, modificación, agrupación y supresión de los departamentos del Gobierno autonómico, así como la determinación del sector o sectores de la actividad administrativa a los que se extenderá la competencia de cada uno de ellos. Así lo ha hecho Nuñez Feijóo con la remodelación del nuevo Ejecutivo autonómico que acaba de tomar posesión para afrontar este tiempo de pandemia y crisis social y económica.

Una vez más se echa en falta en el diseño del Gobierno gallego que la gestión de la política de medios personales y materiales de la administración de justicia disponga de una consellería específica y propia, quedando diluida esta materia entre las competencias del departamento que seguirá dirigiendo el vicepresidente Rueda.

Tampoco ha optado el presidente por crear una consellería de Transparencia y Buen Gobierno que podría haber incluido gran parte de las competencias tanto de aquella vicepresidencia primera como de las del departamento de Hacienda y Administración pública para acentuar una apuesta por el acercamiento de los ciudadanos y su participación activa en el control del poder ejecutivo de Galicia. Si bien hay que destacar el acierto de equiparar las materias de igualdad y empleo en las manos de una muy competente profesional de la Administración gallega.

La continuidad de la acción política y administrativa se impone en el esquema de gobierno, cuando quizá era necesaria la renovación de ciertas áreas más relacionadas con el impulso social y derechos de ciudadanía en la actuación de la Xunta. A la oposición corresponde, en definitiva, la vigilancia puntual de los conselleiros y conselleiras y la denuncia pública de sus actos y omisiones por medio, fundamentalmente, del Parlamento de Galicia. De un Gobierno gallego que más que nunca está impregnado por el acusado personalismo de su presidente, a pesar del aviso para navegantes que supone la promoción del conselleiro de Economía.

Pero, el reto más relevante que
se espera se sitúa naturalmente
en la consellería de Sanidade, a la que corresponderá la gestión de
la covid-19 en el territorio de la comunidad autónoma. Por eso, la mayor de las suertes para este nuevo Gobierno de Feijóo hay que desti-narla al nuevo responsable de la salud de los gallegos.