El mercado inmobiliario en 2022
La compra venta inmobiliaria ha cerrado el año 2.021 con la mayor cifra de intermediaciones en Galicia desde que se registran por el Ministerio de Fomento. El pasado mes de Septiembre la firma de hipotecas fue récord en la última década. El sector inmobiliario ha sido factor acelerador en la economía nacional como hace muchos años que no ocurría.
La tendencia continuista en esta inercia para el año 2.022 no estaba en cuestión hasta la irrupción violenta e inesperada de la variante OMICRON en nuestra sociedad, que puede matizar en algo las previsiones realizadas.
Dejando a un lado este paso atrás relacionado con la crisis sanitaria en el que de nuevo han surgido dudas sobre la recuperación definitiva, el presente año se visualiza como una continuación del anterior, si bien es cierto que con algunos matices y amenazas.
Gran parte del impulso en transacciones inmobiliarias del año 21 vino dado por un ahorro forzoso de la población durante el confinamiento y por demanda de compra que no pudo concretarse debido a la ausencia de movilidad. Estos dos factores ya han desaparecido de la ecuación en el año 22.
Aun así, permanecen otros y aparecerán nuevos que aun pudiendo descender levemente las cifras de ventas, continuarán siendo muy elevadas.
Las hipotecas se encuentran y se mantendrán en este año que ahora comienza, más baratas que nunca, con unos intereses en mínimos y un Euribor cayendo por debajo del -0,5%, acumulando ya 6 años en negativo.
La guerra entre bancos por ofrecer la hipoteca más competitiva, especialmente en las de tipo fijo, redundará en beneficios evidentes para el consumidor y en un acceso a la financiación razonablemente sencillo para todo el que reúna unas características económicas adecuadas.
En este último aspecto, la bajada importante y constante de las cifras del paro así como las nuevas afiliaciones a la seguridad social auguran un aumento considerable en la incorporación de unidades al segmento de viabilidad económica hipotecaria.
En el campo de obra nueva, todavía habrá que esperar cuanto menos un semestre para su arranque definitivo. La ausencia de mano obra cualificada, la crisis del transporte, la casi ausencia de suministros, un aumento de costos por encima del 4% y las reservas, en algunos casos exageradas, para vivienda protegida provocan que este área inmobiliaria sea la que más que le vaya a costar alcanzar velocidad de crucero.
En cuanto a precio, la escasa oferta provocará una leve tendencia al alza, siendo un buen momento para propietarios vendedores y una curva de mercado en la que los compradores deberán acelerar en la toma de decisiones para acceder a la vivienda pretendida en el mejor precio posible.
Con todo esto, y salvo acontecimiento inesperado de última hora (que en estos tiempos nunca se sabe), no existe perspectiva alguna en este año 22 de tensión o sobrecalentamiento de mercado alguno que vaya a provocar una desaceleración en el sector inmobiliario, en especial en el mercado de segunda mano.
Tras un 2021 histórico en el número de transacciones, arrancamos un 22 que debería superarlo... o no.
Por Carlos Debasa, Presidente de la Asociación Galega de Inmobiliarias